Una cantera zaragocista que está y cuenta

Contra Osasuna, coincidieron en el campo Zapater, Guti, Pombo y Delmás, los tres más jóvenes eran hace solo unos meses futbolista del Deportivo Aragón

Raúl Guti, tras realizar unos ejercicios en la Ciudad Deportiva.
Una cantera zaragocista que está y cuenta
Daniel Marzo

Debajo de la piel del partido entre Real Zaragoza y Osasuna, se tejió una intrahistoria inusual y prometedora. Durante algo más de 20 minutos, desde la entrada de Raúl Guti hasta la expulsión de Jorge Pombo, se reunieron sobre el césped de La Romareda -contra el rival más íntimo posible para todos aquellos que sienten el zaragocismo desde la cuna- cuatro futbolistas forjados en los talleres de la Ciudad Deportiva. Saliendo desde el banquillo, Pombo y Guti se agregaron a Alberto Zapater y Julián Delmás, titulares en el choque.

Tal presencia canterana al unísono dentro de los planes de un entrenador del primer equipo es excepcional. Hay que remontarse a medio plazo, hace tres temporadas, para encontrar, de la mano de Víctor Muñoz, un caso parecido que ya entonces tuvo su singularidad por poco habitual en la historia del club. Por esos días, en una plantilla aún precaria tras cerrarse a toda prisa después de un verano complicado, el Zaragoza llegó a juntar a Whalley, Diego Rico, Vallejo, Adán y David Muñoz en la jornada del debut, contra el Recreativo. En esas difíciles jornadas iniciales, se sucedieron alineaciones con nutrida presencia canterana, con Whalley, Muñoz, Rico y Vallejo, más Adán desde la suplencia, frente a Osasuna y Barcelona B, o con Whalley, Nieto, Vallejo, más la entrada de Diego Suárez. Tierno, Alcolea e incluso Raúl Guti, en la jornada 1, ocuparon posiciones de la reserva. Sin embargo, tan pronto como Víctor Muñoz recuperó gente y la primera plantilla entró en juego, el concurso de estos jóvenes -muchos directamente promocionados desde el juvenil, como Vallejo o Muñoz- fue reduciéndose, hasta quedar, mirando atrás, en testimonial.

El caso actual presenta rasgos diferentes. Zapater, Guti, Delmás y Pombo coincidieron contra Osasuna porque ocupan cierta relevancia en los planes de Natxo González. Tres de ellos, los más jóvenes, quienes se miran en el espejo del capitán, estaban hace unos meses jugando en Tercera con el Deportivo Aragón. La dirección deportiva de Lalo Arantegui les puso en la órbita del primer equipo mientras diseñaba la plantilla, pero ha sido el entrenador quien les ha abierto la puerta. Delmás se ha consolidado como un relevo de plenas garantías de Alberto Benito. Es algo más que un suplente. Pombo ha contado con generosas oportunidades y es una pieza más del sistema de rotaciones del técnico. Raúl Guti, por su parte, se está ganando cada minuto con rendimiento. Cada partido suyo es mejor que el anterior, signo de evolución y crecimiento. Aporta trabajo, desgaste físico, lectura del juego y buen toque. Se está destapando como un centrocampista completo, pero sobre todo competitivo, de esos que tanto gustan a los entrenadores cuidadosos con el compromiso colectivo. Por eso Natxo le tiene en alta estima y por eso lo pone. Estos canteranos, como Zapater, no solo están en el primer equipo, sino que cuentan. Ratón y, especialmente, Zalaya, Raí o Lasure aparecen en el escalafón inferior, pero Guti les proporciona una senda que seguir: si se vale, se llega. Y si se llega y se vale, te quedas.

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