Esto no para

Decía Natxo González después del empate frente a Osasuna que observa la botella medio llena tras una semana imponente, dura, con enfrentamientos ante dos líderes, Numancia al comienzo de este serial acelerado de tres partidos y los navarros al final, en una Romareda con tuvo el corazón a reventar. El análisis del entrenador del Real Zaragoza cabe ubicarlo en las coordenadas del punto de partida: el equipo aragonés era, hace nada, más una declaración de poderosas intenciones que una realidad competitiva convincente, pues daba, pero no pegaba. Es decir, los puntos se le escapaban por el camino.

Esto ha cambiado. Y lo ha hecho en el mejor sentido posible. El Zaragoza, conservando esa declaración de poderosas intenciones, ha encontrado también el carril de las victorias y de los puntos valiosos. El sumado contra Osasuna pertenece a ellos: un rival de tamaño, que celebró el empate de La Romareda como si de una victoria se tratara, un premio que pone, ante todo, en el mejor lugar posible al Zaragoza. Su partido de ayer es una buena muestra de cómo es ahora el equipo de Natxo González: un conjunto que desde el respeto y la fidelidad a su estilo, a una acentuada identidad futbolística, le puede competir ya a cualquiera. Cómo se sacudió ayer el fatigoso dominio en los minutos iniciales de un gran Osasuna sirve como ejemplo: con juego, con paciencia y sin alejarse del discurso que le ha llevado a crecer incesantemente desde que comenzó la liga. Solo un Osasuna que justificó su liderato pudo apartarle de una nueva victoria. Con otro adversario...

El Zaragoza, en esta semana a la que solo le ha faltado la guinda, ha sumado siete puntos de nueve posibles -jugando contra dos líderes, conviene no olvidar, pues, que no lo ha tenido sencillo ni mucho menos-. Pero, además, el Zaragoza lo la hecho robusteciendo su idea de juego, madurando esa personalidad, y sin traicionar el mensaje que trata de defender su entrenador. El Zaragoza, ahora, no es solo mejor equipo que hace nueve días sino que también su techo de fútbol ha crecido. Son los propios técnicos rivales, como Diego Martínez, ayer y en la previa, quienes ya apuntan al Zaragoza como un conjunto a vigilar, con firmes argumentos para subir como la espuma y asentarse en las posiciones nobles de la tabla.

El Zaragoza ha salido de esta semana muy fortalecido, metido en la zona media, pero con la parte alta ya muy cerca. Ya espera el Sevilla Atlético. Porque esto no para. Esta frase la ha hecho suya el vestuario del Zaragoza, patrocinada por Kase O., pregonero del Pilar, y avalada por uno de sus grandes fans, Borja Iglesias. Una de las creaciones del músico de La Jota lleva ese título “Esto no para”, y es habitual que los jugadores empleen en redes sociales este lema que han hecho suyo como si fuera una bandera: no hay freno ni tiempo para mirar atrás, hay hambre de competir y sobre todo de seguir creciendo, escalando posiciones en la tabla. Osasuna era una buena vara de medir la progresión del Zaragoza y el Zaragoza respondió. No ganó, pero volvió a dejar la promesa de muchas victorias más. Porque esto no para.