A Natxo González, el entrenador del Real Zaragoza, se le preguntó este viernes por cómo afronta, en el terreno personal, el partido frente al líder, el Numancia, en el que el equipo aragonés está en la obligación de romper su mala dinámica de resultados del inicio de temporada y acercarlos más a los destellos de buen fútbol que ha emitido el equipo sin obtener rentas acordes. Se le pidió su parecer respecto de si, en su fuero interno, tiene pensado o imaginado cómo acontecerían las cosas en el hipotético caso de que, frente a los sorianos, este domingo en La Romareda (20.30), se prolongase la serie de no victorias. Y el preparador vasco dijo no dedicar tiempo a esa opción, al menos de manera anticipada.

"No lo sé. Si llegan los problemas, ya veré. Pero ahora no puedo pensar en qué pasa si no llega la victoria. Yo estoy convencido de que va a llegar. Y, a partir de ahí, veremos. Pero preocuparme antes... no me conviene, no me conviene", respondió Natxo.

En el seno del club, en el del vestuario, prima el optimismo y la confianza. Y todo el mundo maneja una única salida a los 90 minutos contra el Numancia: la victoria, los 3 puntos en el haber del Real Zaragoza, el primer triunfo como locales del curso, el inicio de la huida del fondo de la clasificación, las primeras sensaciones satisfactorias al finalizar un partido en La Romareda. Si eso no ocurre, no se abordará hasta justo ese momento: el que ocurra. La cuestión mayor es no introducir presión añadida alrededor del grupo. Seguir navegando con el viento a favor de la comprensión generalizada de la afición en este difícil comienzo de curso.