Natxo González, convencido de la primera victoria como locales: "Tiene que ser ya"

Natxo González es sinónimo de calma, temple, fe y confianza desde su llegada al Real Zaragoza en julio. Pocas veces ha emitido el entrenador zaragocista algún detalle de alteración nerviosa (en pretemporada, tras caer contra el Villarreal B 3-1 en Teruel sí lo hizo levemente) y siempre ha abanderado el estandarte del optimismo pese a que los resultados no han llegado en los primeros tres meses del nuevo proyecto blanquillo. El vitoriano tiene un plan y lo está llevando a cabo minuto a minuto en busca del éxito, sabiendo que parte de cero con una plantilla enormemente remodelada y en un terreno movedizo, Zaragoza, que suma su quinta temporada consecutiva en Segunda -hecho sin precedentes- y tras muchos años de desgaste en el entorno.

En los prolegómenos del complicado partido de este domingo en La Romareda frente al líder, el Numancia de Soria, Natxo volvió a destilar ilusión y razonó su posición personal a pesar de que la clasificación denuncia que el Real Zaragoza es ahora mismo el 18º, con solo 6 puntos sumados de 21 disputados, y que aún no ha ganado en su estadio, portando en su balance una sola victoria en este primer tramo de la liga.

"A este equipo no hay que animarlo desde dentro. Es lo bueno. Porque, estando como estamos en el ámbito clasificatorio, el equipo está contento, entre comillas, en el día a día. Los jugadores están satisfechos con lo que se está haciendo", advirtió Natxo González con satisfacción. La flema de la afición y todo el envoltorio del equipo están favoreciendo, en contra de lo que ha venido siendo habitual en los últimos años en Zaragoza, este estado de sosiego general pese a la mala clasificación.

"Los jugadores son conscientes de los errores que se están cometiendo. Pero no es fácil ver a un equipo tan convencido aun no saliendo bien los resultados", volvió a presumir Natxo este viernes en su comparecencia previa al partido de la 8ª jornada.

La visita del Numancia vuelve a ser un mojón importante en el camino del actual Real Zaragoza. Se trata del cuarto partido que se jugará en casa. No lograron ganar ni al Granada (1-1), ni al Alcorcón (0-1), ni al Nástic de Tarragona (1-1). Es, por ello, la cuarta oportunidad para salir de una dinámica que no puede durar demasiado tiempo sin generar efectos secundarios nocivos. Es el momento de ganar ya ante la afición zaragocista. Y Natxo, por enésima vez, lanzó un guiñó de complicidad a todo el mundo, con la apostilla del riesgo y la obligación que pesa sobre los profesionales del vestuario blanquillo ya en el mes de octubre.

"Estamos superconvencidos de que llegarán las victorias. Existe esa creencia. Pero tiene que ser cuanto antes", afirmó con concreción y rotundidad. Este es el ambiente interno que se respira en la caseta del Real Zaragoza tras este extraño comienzo de curso, en el que el fútbol y las hechuras del equipo están muy por encima de los marcadores finales y de las rentas obtenidas. Una paradoja que debe desintegrarse de inmediato para que no pase a tener el grado de problema.