Simone Grippo, el central suizo del Real Zaragoza que convalece de un esguince de rodilla sufrido en Lugo hace 13 días (el viernes, 15), tardará semana y media aún en reaparecer. El plan del área médica y de los técnicos del club es que el defensor esté al cien por cien para la jornada 8ª, que enfrentará al equipo aragonés contra el Numancia en La Romareda el próximo 8 de octubre.

La recuperación de Grippo va por el mejor de los caminos. Tanto es así que en la sesión preparatoria de este pasado miércoles ya salió del gimnasio para trotar suavemente sobre el césped de la Ciudad Deportiva junto a los recuperadores. Poco a poco va a ir ejercitándose en el campo, pero sin forzar lo más mínimo su articulación lastimada para evitar riesgos mayores y favorecer una rehabilitación correcta.

Si por Grippo hubiese sido, el ritmo de la recuperación se hubiera incrementado durante la actual semana para intentar estar ya presente este próximo día en Oviedo (lunes, a las 21.00 en el Tartiere). Pero la sanación de un esguince de rodilla no es compatible con las prisas. Así que el proceso seguirá su curso, por la senda más positiva de las deseadas cuando se conoció el diagnóstico al regreso de Galicía, y Grippo podrá reaparecer en menos de un mes. Si lo hace ante los numantinos, como se prevé, habrán pasado 24 días desde que tuvo que ser sustituido en el descanso del partido disputado por el Zaragoza en el Anxo Carro lucense.