Asignatura pendiente del Real Zaragoza: no hay manera de rematar un córner o una falta lateral
Natxo González reconoce que "es verdad que tenemos cierto déficit" en la puesta en escena de la estrategia ofensiva, un arma aún sin saber utilizar.
En cada partido, en lo que va de campaña, el Real Zaragoza ha tenido la opción de volcar al área al menos una decena de balones procedentes de córner o falta lateral a su favor. Y, pese a que tales jugadas son siempre sinónimo de peligro mayor en la ofensiva de cualquier equipo, a los zaragocistas no les sale bien ninguna estrategia preparada. No hay manera de que rematen con tino ninguna de ellas. Por supuesto, ningún gol ha llegado aún mediante esa fórmula de la estrategia.
Y, en su conducta de máxima sinceridad, Natxo González, el entrenador, lo admitió este viernes sin problema alguno. "Por falta de trabajo no es. Pero sí que es verdad. Tenemos cierto déficit. Lo sabemos. Y lo trabajamos. Pero tendremos que seguir buscando fórmulas para generar realmente peligro", declaró el vitoriano.
En el duelo copero contra el Lugo, Oyarzun y Javi Ros fueron los habituales centradores, en ausencia de Buff, principal protagonista del arranque del balón parado cuando está en el campo. Sus asistencias laterales fueron a todos los puntos posibles: el primer palo, el corazón del área, el segundo palo, abiertos, cerrados... Y siempre la pelota fue restada por una cabeza rojiblanca del Lugo. Algo similar a lo que ocurre cada día desde julio.
"Ante el Lugo este jueves, quizá no teníamos un equipo muy poderoso para el juego aéreo (faltaban al remate Borja Iglesias, Toquero, Grippo, Verdasca, Ángel Martínez, habituales cabeceadores), pero sí que teníamos buenos lanzadores. Y yo creo que eso es lo más importante: el lanzador", añadió Natxo en su asunción del problema.
Se trata, tras un mes de competición oficial, de un reto por lograr, de una dificultad por demoler a partir de este mismo domingo en el duelo ante el Nástic en La Romareda: rematar con peligro el balón parado a favor y anotar algún gol ya a través de ese crucial mecanismo de ataque. Hasta ahora, como el vestuario sabe y reconoce, la producción por ese flanco es nula, inexistente.
