Evitar caer en la cola y regresar a la ilusión, objetivo del Real Zaragoza en Lugo

Los de Natxo juegan este viernes en el Anxo Carro (21.00) la 5ª jornada liguera, que inician en el 17º lugar en la tabla y con el chasco ante el Alcorcón por superar.

El equipo zaragocista, ayer en la Ciudad Deportiva.
El equipo zaragocista, ayer en la Ciudad Deportiva.
Aránzazu Navarro

La Liga de Fútbol Profesional decidió que el Real Zaragoza abra, fuera del fin de semana, el programa de partidos de la 5ª jornada de liga. En fecha viernes, a las 21.00, la cita es en Lugo, en el duro campo del Anxo Carro, donde en las anteriores cuatro visitas los aragoneses no han logrado la victoria. Los de Natxo González podían haber acudido a tierras gallegas en la zona alta de la clasificación y con el viento de cola en los ánimos de todo el zaragocismo, pero fallaron el último día en La Romareda y las tornas cambiaron de cuajo. La derrota por 0-1 frente al Alcorcón del pasado domingo ha ubicado al equipo y la afición en otro lugar bien distinto. Se apagó la euforia provocada por los triunfos ante el Granada, en Copa, y antes en Córdoba, en el anterior desplazamiento liguero. Y, en los albores de la campaña, la clasificación se pone tontorrona en cuanto no se la alimenta con cierta cadencia.

Por eso, el Real Zaragoza viajó a Lugo en unas circunstancias bien distantes de lo que hubiera supuesto ganar al Alcorcón. Iniciará la jornada en el puesto 17º en la tabla, con solo 4 puntos logrados de los 12 disputados. Es decir, con el riesgo de que una derrota (algo nunca desdeñable en Segunda División cuando se va lejos de casa) lo pueda poner en el vagón de cola de un solo golpe. Este hecho, que ya empieza a tener su relevancia según van desgranándose las jornadas del torneo, proporciona al envite un valor importante por sí mismo. Algo a lo que los chicos de Natxo deben añadir la necesidad de devolver al zaragocismo ese estado de ilusión que se alcanzó en las últimas dos semanas y que se disolvió en las dos horas mal jugadas ante los alcorconenses hace solo 5 días.

Puntuar es la aspiración mínima en Lugo. Vencer, lógicamente es el ideal en estos momentos de irregularidad, propios de los primeros pasos -algo torpes- de un equipo nuevo, heterogéneo, al que Natxo González sigue intentando cohesionar a la mayor velocidad posible partiendo de cero y con una pretemporada que se quedó bastante corta en días y ensayos.

No es nueva la situación de cierta presión previa para los nuevos muchachos del vestuario zaragocista. Hace dos semanas viajaron a Córdoba, en la jornada 3ª, en unas coordenadas gemelas. Y respondieron de maravilla. Ganaron 1-2 a los blanquiverdes y consumaron un partido con buenas fases de fútbol, ornamentadas con los dos golazos de Borja Iglesias para dar forma al éxito. Como explicaba Toquero el miércoles, lo acontecido en El Arcángel cordobés es la pauta a seguir en Lugo esta vez. El equipo blanquillo ya sabe cómo actuar en estos casos. Se trata de un capítulo ya vivido y que, simplemente, hay que intentar clonar o abordar de forma similar lo de Córdoba para acabar en Galicia con la misión cumplida.

El Lugo es, por ahora, alma gemela del Real Zaragoza. Tiene el mismo balance: una victoria (el último día, por 0-1, en Albacete), un empate (0-0 en su casa ante el Reus) y dos derrotas (2-0 a domicilio, en Gijón, y 0-1 en el Anxo Carro frente el Cádiz). Es decir, como los zaragocistas, sus dos partidos iniciales ante su público han sido dos patinazos. Es un Lugo cambiado respecto del del año pasado, desde el banquillo hasta el césped, afectando a todas las líneas. En eso también se parece mucho al bloque aragonés.

Francisco Rodríguez (ex del UCAM Murcia y Almería) ha relevado como entrenador a Luis César Sampedro, que se marchó en julio al Valladolid. Y del equipo que, por momentos, aspiró a la promoción de ascenso con juego llamativo en la primera fase de la pasada temporada, han desaparecido el delantero goleador Joselu, que con 23 tantos fue el Pichichi de Segunda el año pasado (se fue al Granada por unos cuantos euros), el extremo Pedraza (cedido por el Villarreal, ya marchó con la temporada anterior en marcha a Inglaterra, al Leeds, y ahora está en el Alavés de Primera), el delantero argentino Caballero (en el Almería), el central exzaragocista Carlos Hernández (fichó por el Oviedo), el lateral Manu (en la Cultural Leonesa), el mediapunta Yelko Pino (también en la Leonesa), el defensa Marcelo Djaló (se ha ido al Fulham inglés), el veterano portero José Juan (en el Elche), el lateral diestro Calavera (volvió al Eibar y ha sido cedido al Sporting de Gijón)... Es decir, que estamos ante otro de esos equipos que apenas guardan algo de sustancia de lo que se les conoció la temporada última. Una incógnita por resolver.

Su nueva apuesta goleadora es un argentino, Fydriszewski, al que llaman polaco por motivos obvios, relacionados con su ascendencia paterna. De momento, no se ha estrenado. El único gol lucense en 4 partidos lo hizo uno de los veteranos, el canario Iriome, el último día en el Carlos Belmonte albaceteño para ganar por la mínima. Han captado a Azeez (Almería), Campabadal (Mallorca), Bernardo (Sevilla Atlético), Luis Ruiz (Cádiz), el portero Juan Carlos (Elche), Guille (Córdoba), Sergio Díaz (cedido del RM Castilla), el ariete Christian Herrera (Girona)... las piezas libres del escaparate de Segunda, a las que suelen acudir cada año mayoritariamente todos los clubes de la división.

El Real Zaragoza tendrá en frente, por lo tanto, un equipo similar en estructura y proceso de aclimatación interna. Por ahí, Natxo no encontrará en su contra aspectos ventajosos en el bando local que lo deban poner en excesiva alerta. El factor sorpresa tendrá en Lugo el mismo valor inicial en ambos sentidos. Quien mejor lo sepa aprovechar, tendrá mucho ganado.

Es un día, seguramente, para ver cambios en el once zaragocista. El más llamativo, si al final se decide el entrenador, el de la portería, con el estreno del argentino Cristian Álvarez una vez cumplidos casi 45 días de readaptación tras su fichaje en agosto y su año en blanco, el pasado, por motivos particulares. También debuta en la expedición el veterano central Mikel González, excapitán de la Real Sociedad, que ha venido al Zaragoza para dar el empaque que se echa en falta en el eje de la zaga. Su presentación oficial está al caer.

Falta saber qué ocurre con los dos tocados, Benito y Febas, que finalmente, pese a las tremendas dudas que despertaron durante la semana por los problemas físicos que acarrean desde el duro choque con el Alcorcón, viajaron en el autobús en un grupo con 20 futbolistas. Si a la hora de la merienda ambos dicen que están aptos, serán titulares. Si no, Delmás será el sustituto del lateral barcelonés mientras que, para relevar al mediapunta leridano, la baraja de opciones es más amplia. Pombo, tal vez el georgiano Papunashvili, aspiran a ese puesto.

El partido del Real Zaragoza en Lugo adquiere el valor de bisagra tras el primer mes de liga. Si todo sale bien, el equipo arreglará el roto del último día y devolverá la ilusión al entorno. Pero, si de nuevo faltan argumentos para ganar, lo normal es que la clasificación acabe asustando al final de la jornada, allá por la noche del próximo lunes. Y, en ese caso, los próximos días vendrán más cargados de electricidad estática, esa de la que tanto se sabe por el pueblo en Zaragoza en la última década.

El fútbol tiene esto, aun cuando todo el mundo está de acuerdo en guardar la debida paciencia con un proyecto nuevo y hecho con ideales cabales. Si los resultados no sustentan el edificio, las paredes no pueden tirar hacia arriba. Todo esto es Lugo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión