Regresa el Real Zaragoza de Lugo con los mismos cuatro puntos con los que volvió hace dos semanas de Córdoba. Los aragoneses han cubierto las cinco primeras jornadas del campeonato con una victoria (en Córdoba), un empate (frente al Granada) y tres derrotas (Tenerife, Alcorcón y Lugo). La sensación, dentro y fuera del vestuario, es que el Zaragoza tiene más juego que puntos. Que está en una línea de trabajo positiva. En definitiva, que ha hecho méritos para llevar más de cuatro puntos a estas alturas.

A mitad de septiembre, el Zaragoza es un equipo que hace más cosas bien que mal, pero que las que hace mal están pesando más que las que hace bien.. Ante el Lugo, cuajó tramos de partido notables, sometiendo a los gallegos a través del balón, especialmente desde un sobresaliente Alberto Benito en el lateral derecho. Se adelantó en el marcador y fue mejor que el Lugo durante la primera mitad.

En la segunda, Natxo González apostó por defender la renta obtenida, por replegar, guardar el 0-1 y buscar el segundo a la contra. Y casi le sale bien. Borja Iglesias estuvo cerca de anotar el 0-2. Sin embargo, un rechace en un córner primero y una acción de contragolpe con el partido agonizando después, liquidaron al Zaragoza, que demostró que todavía no es un equipo que sepa guardar, simplemente defendiendo, sus rentas. El Zaragoza es mucho más equipo cuando ataca que cuando defiende, a pesar de que su entrenador llegó a La Romareda con la vitola de haber dirigido al Reus, el conjunto menos goleado la pasada campaña.

Cuando se fue a por el partido, fue mejor que el Lugo. Cuando defendió su renta, no. Y eso le costó primero dos puntos y, más tarde, los tres. Sensación parecida, aunque en otro contexto diferente a la que se vivió contra el Alcorcón y ante el Granada, en dos partidos en los que el Zaragoza se dejó otros cinco puntos. La realidad numérica, palpable con un vistazo rápido a la clasificación, es que el Zaragoza puede caer este fin de semana a los puestos de descenso. Algo todavía anecdótico a estas alturas. Las sensaciones, en ocasiones igual de importantes o más que los números, son mejores. Solo el tiempo dirá si eran o no del todo reales.