Simone Grippo, el central suizo del Real Zaragoza, no trabajó con el grupo en el entrenamiento matinal de este domingo en la Ciudad Deportiva y acudió al gimnasio para ejercitarse con los lesionados, Papunashvili, Lasure y Raí. El jugador helvético concluyó el amistoso contra Eibar con molestias físicas, algo que ha sido habitual en él durante la mayor parte de los choques preparatorios de este último mes, por lo que la precaución envuelve su día a día, especialmente tras cada partido.

De los cuatro centrales con los que viene contando Natxo González durante la pretemporada, Grippo, Jesús Valentín, Verdasca y Zalaya, el suizo es el que mejor y más regular aportación está dando al equipo en los complicados inicios del renovado proyecto zaragocista. Con la liga a tan solo cinco días, no cabe ningún riesgo en el apartado físico con los jugadores que vienen tocados del trabajo de la pretemporada.