El Zaragoza busca central

El club aragonés estudia reforzar también la defensa si el mercado y el techo salarial lo permiten. Las salidas de los descartes condicionan cualquier entrada.

Natxo González, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
El Zaragoza busca central
Raquel Labodía

Tras el partido contra el Nástic y el análisis de los rendimientos individuales y colectivos durante la pretemporada, el Real Zaragoza estudia la contratación de un central, posición que se incorporaría así a la lista de objetivos para las últimas tres semanas de mercado de fichajes. Además de un jugador de perfil ofensivo –un extremo derecho o un delantero–, la dirección deportiva busca una pieza defensiva, un zaguero que eleve el techo de juego de la línea ahora configurada por Grippo como incontestable valor principal, más una infantería a la que la pretemporada le está descubriendo ciertas carencias en uno u otro sentido y a la que ahora no se le puede adjudicar más rango que el apoyo y el complemento: Valentín, Verdasca y Álex Zalaya.

El fichaje de un central, en todo caso, no es una prioridad. Ni siquiera está garantizado que el Zaragoza incorpore uno, pues la contratación de un futbolista que complete el ataque ocupa ahora mismo las preferencias de la dirección deportiva. De momento, el club se encuentra en fase de evaluación del mercado, valorando posibilidades, opciones o potenciales candidatos antes de tomar una decisión definitiva.

No se quiere traer un nuevo defensa por traer, sino que debe significar un verdadero refuerzo, especialmente, respecto a Verdasca o Jesús Valentín. Por eso, el Zaragoza va a hilar fino, manejando los tiempos, en gran medida, porque su margen de acción, como en su propósito de fichar un atacante, está condicionado, aún más, por la escasa capacidad salarial que le resta al club si no llega a acuerdos de rescisión de contrato favorables con los cinco futbolistas descartados: Manu Lanzarote, Jordi Xumetra, Xabi Irureta, Alex Barrera y Edu Bedia.

De este modo, el Zaragoza solo activará las gestiones para fichar un defensa central si el mercado ofrece opciones atractivas y si el techo salarial, tras las forzosas salidas de los descartes, permite una ventana de gasto más.

Aunque de modo muy latente, la posibilidad de fichar un central –además de Grippo y Verdasca– en la recta final de agosto ha estado en todo momento en la hoja de ruta de Lalo Arantegui, siempre supeditándolo a cómo se iba construyendo la plantilla, a cómo respondían los zagueros en nómina y a con qué recursos salariales podía contar el club conforme avanzara el verano.

Antes de nada, el Zaragoza quiere solucionar las salidas de sus cinco descartes. En base a esos movimientos, en función de los números, se moverá pieza con las incorporaciones: primero, un futbolista ofensivo, un extremo derecho o un delantero versátil. Y si hay margen salarial para algo más, se intentaría el fichaje de un central, siempre y cuando sea un refuerzo –mejore lo que hay– y cuadre en la economía, requisitos no muy abundantes en el mercado en sus fechas finales.

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