Notable mejoría y triunfo del Real Zaragoza ante el Levante de Primera

Los de Natxo González cuajaron un buen partido para ganar 2-0, con goles de Pombo y Luna, en propia puerta.

Imagen del partido entre el Real Zaragoza y el Levante
Imagen del partido entre el Real Zaragoza y el Levante
Daniel Marzo

Disueltas las dudas en 90 minutos de prestigio del Real Zaragoza ante el Levante, adversario de Primera División en el cuarto amistoso estival. En un buen partido en líneas generales, los blanquillos se impusieron por 2-0 a los valencianos, dando muestras de seriedad, reacción respecto de lo visto hasta ahora en lo que va de pretemporada, y de capacidad de asimilación rápida de lo que Natxo González va a exigir en cuanto comience la liga dentro de 13 días en Tenerife. El regreso a casa desde Teruel, en este 5 de agosto, supone un subidón de moral en toda la tropa zaragocista, la de dentro del campo y la de fuera, pues lo observado en el césped de Pinilla fue sensiblemente mejor, apto para que el optimismo y las esperanzas rebroten tras los primeros chascos de precampaña, siempre tan engañosos por otra parte.

Excelente fue el primer tiempo del equipo zaragocista. Bien ubicados en el campo, con pausa en el toque del balón, con buen repliegue defensivo, con ideas combinativas en ataque y con todos los jugadores implicados al unísono en la idea matriz de juego. Por primera vez, el día en el que en frente estaba el rival más potente de cuantos se ha topado este verano el equipo de Natxo González, el Real Zaragoza fue un equipo con cuajo. Eguaras fue el mejor de este periodo, un medio centro de recorrido largo, con infinidad de apoyos a los centrales para restar las contras levantinistas, con ofrecimientos constantes en el inicio de las jugadas propias y con escasos errores en las entregas, algunas de larga distancia y dificultad.

También destacó Borja Iglesias, ese ‘9’ grande pero con enorme movilidad que abre espacios, cuerpea de maravilla y genera ocasiones como la que le regaló a Pombo en el minuto 30 para anotar el primer gol blanquillo, un gran tanto gestado por el joven gallego y culminado llegando con inteligencia desde atrás por el canterano aragonés. Lástima que a Iglesias, por ahora, se le está negando el acierto, pues marró un tanto cantado, mano a mano, en el 38, que hubiera puesto de pie a Pinilla como colofón a una gran jugada ligada por Febas -bullicioso pero demasiado acelerado- y el propio Pombo, que demostró sus buenas dotes en la segunda línea de ataque.

Fueron 45 minutos de total seriedad. De presencia sobre el campo, de una primera demostración de personalidad por parte de este renovado Real Zaragoza que está armando Lalo Arantegui desde la dirección deportiva. Solo se concedió al Levante, que mezclaba titulares con jóvenes aspirantes en su once inicial, un par de ocasiones de peligro. Un cabezazo de Manzanara a la salida de un córner que se marchó cruzado, fuera por poco (cuidado con el balón parado en defensa, que sigue inmaduro) y, al borde del descanso, un disparo lejano del internacional Jefferson Lerma que atrapó bien Ratón.

En la otra portería, Buff fabricó el primer chut con veneno de los blanquillos en el minuto 25, tras un control orientado de su repertorio, pero con una culminación ‘mordida’ que llevó el balón fuera del marco. En el 35, Borja Iglesias no llegó por un metro a un balón profundo de Pombo, tras un gambeteo de Febas entre líneas. De la igualdad entre ambas escuadras, muy tácticas en su comportamiento, el Real Zaragoza fue el que mejor se desenvolvió en todas las facetas del juego.

Grippo y Verdasca, los centrales, se mostraron sobrios en la mayor parte de los balones comprometidos. En los laterales, Benito empezó activo, con algún problema en el retroceso; y Lasure, que jugó de improviso al lesionarse Ángel Martínez en el calentamiento previo, cumplió defensivamente sin ningún alarde ofensivo. Javi Ros, esta vez, se dedicó más al trabajo oscuro, como escudero del brillante Eguaras.

Natxo solo hizo un cambio de cara a la segunda parte: Papunashvili suplió a Buff. Le gustó lo que vio y le dio continuidad. Muñiz, en los granotas, mantuvo a los veteranos Jesús Fernández, Iván López, Postigo, Toño García, Lerma y Alegría como esqueleto principal de este ensayo.

El Real Zaragoza continuó con su dominio territorial, con igual tino que antes descanso. Eguaras se erigió en el dueño de la medular, al primer toque, sabiendo lo que iba a hacer con la pelota antes de recibirla. El Levante fue incapaz de quitarle el timón a los aragoneses, pese al poderío físico de Lerma. Con el 1-0 a favor, muy al estilo de Natxo González, el cuadro blanquillo supo manejar el reloj, el discurrir de los minutos.

Solo sufrió en un córner cerrado en el que Ratón volvió a quedarse bajo palos sin salir, pero por fortuna, esta vez, Alegría no conectó su cabeza a tiempo. En la otra portería, la primera opción para el 2-0 la tuvo de nuevo Borja Iglesias, que se revolvió en el área en el 65 y disparó sobre la salida de Jesús Fernández. Tres minutos después, Pombo gozó de la mejor opción de la tarde, en un mano a mano desde medio campo, tras un pase al hueco preciso de Febas. Pero el zaragozano quiso lucirse con una vaselina sutil que se le marchó fuera.

Antes de que el Levante cambiase a todo el equipo prácticamente de golpe, a falta de 20 minutos, y de que Natxo también diera salida al resto de los reservas, Lerma lanzó una falta desde 20 metros con enorme potencia fuera por muy poco. El Real Zaragoza no permitió a los valencianos construir una sola jugada. Perfecta la presión en las zonas clave, con Delmás (sustituto de Benito enseguida), pleno de casta y con Lasure, que junto a Eguaras y Ratón fue el único que completó los 90 minutos, muy sobrio en su posición. El bloque levantinista, en esa recta final del choque, con mayoría de su equipo titular sobre el campo, intentó arreglar el marcador adverso. Era una buena prueba para las dotes defensivas y de manejo de resultados favorables del nuevo Zaragoza.

Y no solo se vio a un equipo tranquilo y seguro de sí mismo en labores defensivas, sino que incluso fue capaz de anotar el 2-0 que acababa con las aspiraciones del rival de Primera División. En un centro potente de Papunashvili después de un córner, el defensor granota Luna tocó con la cabeza hacia su marco superando por alto a Jesús Fernández sin remedio. Faltaban 5 minutos y el Real Zaragoza ataba una victoria de calidad, de necesidad para aliviar la sensación de dudas que había generado la trilogía de amistosos previos antes los Segundas B Logroñés, Mirandés y Vllarreal B, saldados sin triunfos y con enormes carencias. Ya llueve menos. Ahora, el horizonte se ve más despejado. Con esa normalidad que ha tardado dos semanas de pruebas en llegar.

Ficha Técnica

Levante UD: Raúl Fernández; Iván López (Luna, 73), Postigo (Rober Pier, 73), Tendillo (Chema Rodríguez, 73), Toño García (Luna, 73); Lerma (Verza, 73), Manzanara (Bardhi, 73); Alex Gil (Chris 46), Pepelu (Campaña, 73), Manu Viana (Morales, 73); y Alegría (Jason, 73).

Real Zaragoza: Ratón; Benito (Delmás, 55), Verdasca (Jesús Valentín, 73), Grippo (Zalaya, 73), Lasure; Eguaras, Javi Ros (Raúl Guti, 73); Buff (Papunashvili, 46), Febas (Zapater, 73), Pombo (Xumetra, 73); y Borja Iglesias (Rubio, 73).

Árbitro: Díaz Luque (Comité Aragónes). Amonestó a Manu Viana (53).

Goles: 0-1, min. 30: Pombo. 0-2, min. 85: Luna, de cabeza en propia puerta, tras centro de Papunashvili.

Incidencias: El campo de Pinilla, como el pasado miércoles, presentó un buen estado del césped. Tarde tormentosa en Teruel, con temperatura alta, 29 grados y sensación de bochorno. La lluvia cayó intermitentemente y con fuerza durante la hora previa al comienzo del partido y en la segunda parte. En las gradas hubo alrededor de 900 espectadores.

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