Lo más llamativo del ensayo matinal de este miércoles, previo al amistoso que disputa el Real Zaragoza a las 19.00 en Teruel ante el Villarreal B, ocurrió en la media hora previa a su comienzo. Fue la charla a solas que mantuvieron Lalo Arantegui, el director deportivo del club, y Natxo González, el entrenador, durante casi 20 minutos. Un diálogo a solas que discurrió desde el vestuario del técnico, a través del pasillo de las casetas, hasta la misma puerta del vestidor del primer equipo blanquillo, donde ambos remataron su intercambio de impresiones.

Una reunión espontánea, como otros días, que esta vez tuvo mayor duración y profundidad por el momento tan importante que vive el área deportiva del Real Zaragoza en lo referente a los últimos pasos que van a darse para cerrar la composición de la plantilla de cara a la temporada 2017-18, que se iniciará en Tenerife dentro de solo 16 días. La llegada inminente de un portero (el argentino Cristian Álvarez es la opción consolidada en las últimas horas), los fichajes pendientes de un delantero con experiencia y dos extremos, además de las necesarias salidas de los jugadores con los que no se cuenta -Lanzarote, Irureta, Barrera y Bedia, además del dudoso Xumetra-, son asuntos que van adquiriendo temperatura interna según pasan las fechas y la competición se aproxima a solo dos semanas vista.

Después de 15 días de relativa calma en los despachos, con un ritmo de decisiones medidamente estancado mientras el equipo empezaba a rodar, llega la hora de la verdad para todas las cuestiones pendientes. Y, por ello, director deportivo y entrenador necesitan poner las cosas en común con concreción prácticamente a diario.