Benito creció durante dos años en un Sporting de Gijón B lleno de promesas

El nuevo lateral derecho del Real Zaragoza, que llega del Reus, pasó antes dos años en Mareo y jugó con Abelardo, Meré, Jony, Castro, Guitián, Rachid, Pablo Pérez...

Benito, en un partido del Sporting B contra la Leonesa en 2014. Abajo, la alineación de ese día en Mareo.
Benito creció durante dos años en un Sporting de Gijón B lleno de promesas
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Alberto Benito, el nuevo lateral derecho del Real Zaragoza de 25 años, que fue presentado la pasada semana como primer refuerzo del restaurado equipo aragonés, viene de debutar en la liga recién concluida en el ámbito profesional en las filas del Reus. Es, por lo tanto, un futbolista emergente, que no asomó en el colectivo de jugadores de Primera y Segunda hasta hace pocos meses. Por lo tanto, en cierta medida, un tanto desconocido para el gran público.

El menudo carrilero tarraconense, sin embargo, tiene en su currículum un paso de dos años por la cantera del Sporting de Gijón (desde 2013 hasta 2015) en los que creció rodeado de una generación que ha lanzado varias piezas hacia la élite en las últimas campañas. Ese bienio en Mareo es, probablemente, un periodo que ha dejado marca en el modo de entender el fútbol por parte de Benito.

Allí, el primer año, Alberto Benito fue dirigido por Abelardo Martínez, el Pitu, antes de que el miembro del 'Dream Team' del Barça diese el salto al primer equipo gijonés. Después, su entrenador sería Tomás Hervás, otro clásico del cuadro asturiano, entre otros equipos. Y en las dos plantillas en las que el nuevo zaragocista lució el '2' con el Sporting B, coincidió con compañeros como Jorge Meré (el compañero de Vallejo en la España sub-21 de altos vuelos), Jony (ahora jugador del Málaga), el ariete sportinguista Juan Castro, el viejo conocido Guitián, el argelino Rachid (cedido por los gijoneses este año al Tenerife), Pablo Pérez (prestado en Alcorcón tras jugar con los asturianos en Primera), Alex Menéndez (también jugador de Primera con el primer equipo de Gijón)...

Fue una buena camada de futbolistas, en las que el lateral diestro de aquel equipo siempre fue para Benito, al que el Sporting había captado con apenas 19 años en el Nástic de Tarragona. Al ahora nuevo refuerzo zaragocista le ha costado más que a muchos de sus colegas salir del vagón de la Segunda B y ascender al fútbol profesional. Esa oportunidad se la ganó el año pasado al lado de su casa, en el sorprendente Reus al que ascendió Natxo González al timón, por primera vez a Segunda División. Y su vistosa temporada en el club tarraconense lo ha traído hasta Zaragoza. Seguramente, en su nueva ubicación en La Romareda, tendrá la oportunidad de seguir cruzando su destino con varios de sus compañeros en el filial gijonés.

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