"Me describo como un futbolista con buena salida de balón, con buena visión de juego, sin olvidar nunca el trabajo, que creo que siempre es lo más importante". Es la autodefinición de Íñigo Eguaras, el nuevo refuerzo del Real Zaragoza, que ha hecho de sí mismo en su presentación oficial como nuevo jugador del equipo aragonés de cara a las próximas tres temporadas.

Eguaras viene para gobernar buena parte del timón del equipo en la nueva plantilla que está armando Lalo Arantegui, el director deportivo de la SAD. Y, al respecto, también ha definido cuál es su lugar preferencial en el dibujo táctico: "Me siento más cómodo jugando de medio centro. Pero puedo jugar en cualquier posición del medio campo", señaló.

El jugador de Ansoáin (Navarra), tras salir en 2014 de la cantera del Athletic de Bilbao, ha pasado tres temporadas en dos clubes sin excesiva presión externa ni societaria, uno en el Sabadell y dos en el Mirandés. Preguntado por el distinto grado de exigencia que va a tener en Zaragoza, se ha mostrado tranquilo y con personalidad ante ese cambio en envoltorio que le aguarda a partir de ahora. "Estoy informado de ello. Pero soy un jugador muy tranquilo. Espero llevar la bien presión, aunque luego cada uno la lleva como puede. Soy bastante frío y esas cosas no me suelen afectar", aseguró.

En lo que supone un paso adelante importante en su trayectoria en Segunda División, Eguaras manifestó asimismo sus objetivos principales al aceptar la propuesta zaragocista para venir a reconstruir un equipo que vive en una espiral de crisis desde hace muchos años. "Espero empezar con buen pie y que, entre todos, podamos llevar al Real Zaragoza a donde se merece el club, que sea un año redondo", concluyó.