En el momento propicio

La fortaleza del Oviedo, especialmente en el Tartiere, se ha resquebrajado en las últimas cinco jornadas.

El zaragocista Ángel pugna con un jugador ovetense.
El zaragocista Ángel pugna con un jugador ovetense.
José Miguel Marco

Visitar al Real Oviedo ha supuesto un motivo de preocupación esta campaña para todos los equipos de Segunda División. Las extraordinarias prestaciones que ofrecía el conjunto asturiano en el Carlos Tartiere –llegó a hilvanar una racha de siete victorias consecutivas como local desde enero hasta abril, rota por un empate del Huesca–, ejercían un poderoso efecto intimidatorio. Sin embargo, este influjo que imbuía a los jugadores dirigidos por Fernando Hierro parece haberse evaporado en las últimas cinco jornadas, un lapso en el que sólo ha sumado dos puntos en cinco encuentros, en dos de los cuales ejerció de anfitrión.

Con estos prometedores antecedentes comparecerá el Real Zaragoza el próximo sábado en tierras ovetenses. La fortaleza del Tartiere se está resquebrajando justo cuando se aborda el tramo terminal del ejercicio. A las mencionadas tablas firmadas por el Huesca el 21 de abril (1-1), se unió el sorprendente asalto perpetrado por un Alcorcón sumido en la lucha contra el descenso, que el 5 de mayo capturó los tres puntos gracias a un gol de Álvaro.

En la carretera, la vida no está siendo mucho más plácida para los carbayones. Inauguró esta reciente racha nefasta con una bofetada en Lugo (2-1), en la que se dejó remontar el tempranero gol de Toché. Dos semanas después fue testimonio de la consumación del ascenso del Levante con un 1-0 en el Ciutat de Valencia a cargo de Postigo. Y hace escasos cuatro días derrochó un 0-2 en el Nou Estadi de Tarragona para alcanzar ante el Gimnástic un empate que sabe a decepción.

Pese a todos estos resbalones, queda constatado el vigor ovetense en el Tartiere con el hecho de que sigue siendo la segunda escuadra que más puntos ha amasado ante su público (40, sólo superado por el Levante con 51, y empatado con Girona y Getafe) y también el segundo que menos goles ha encajado (doce en diecinueve encuentros).

El Zaragoza visitante

Un poderío que contrasta con la anemia que afecta al Real Zaragoza como visitante. Esta tara ha quedado parcialmente subsanada desde el desembarco de César Láinez en el banquillo. Dos triunfos en Elche y en Miranda, un empate en Almería y una derrota en Reus endulzan el expediente que heredó. Prolongar este impulso ante un Oviedo ahogado por las dudas sería capital.

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