Láinez no da convocatoria y recupera una 'breve' concentración en el hotel

César Láinez, que se estrena como entrenador del Real Zaragoza en el papel de local, modifica ligeramente las rutinas que han venido marcando los fines de semana del equipo cuando los partidos se jugaban en La Romareda en los últimos meses, con Raúl Agné como máximo responsable del banquillo. De momento, tras el entrenamiento del sábado (que esta vez ha sido en la Ciudad Deportiva y no en el estadio, como suele ser habitual), Láinez no ofreció la convocatoria públicamente. Agné solía llevar a cabo llamamientos corales, con 22, 23 y hasta 24 futbolistas, que debían acudir a la sesión de activación matinal del día del partido sobre el césped de La Romareda, en donde se decidían los 18 que por la noche entraban en el acta y los descartes que se iban a la grada.

Láinez hará lo mismo, pero sin nombrar a nadie con 24 horas de antelación. Y, además, el técnico zaragozano ha decidido que, en vez de que los futbolistas acudan a los vestuarios de La Romareda dos horas antes del partido desde sus domicilios (no ha habido concentración como pauta básica casi ningún fin de semana con jornada como locales), esta vez se recupere una 'breve' estancia en el hotel donde los jugadores compartan las horas precedentes al choque, en este caso ante el Valladolid. Es decir, después de que termine (sobre el mediodía) el ensayo matinal del domingo en La Romareda, el grupo se desplazará en el autocar del club al Hotel Tryp, en La Almozara -junto a la Estación Delicias-, para comer y descansar juntos en los preparativos del crucial envite frente a los pucelanos.

Un ligero matiz que modifica los hábitos. Un toque personal de Láinez que marca un antes y un después en la trayectoria del equipo en este difícil año. Esa manera de buscar nuevos estímulos en el colectivo que desemboquen en la ansiada reacción para eludir los problemas del Real Zaragoza en la tabla clasificatoria.