"Hay que saber leer los partidos de manera distinta a lo que se venían leyendo hasta ahora. Por que, evidentemente, con eso no daba para sacar adelante los resultados". Es la lectura retrospectiva de César Láinez, en su presentación como nuevo entrenador del Real Zaragoza este lunes, respecto de la última mala racha del Real Zaragoza que se ha llevado por delante a su antecesor, Raúl Agné. Un aviso al equipo. Un epígrafe que resume en una pincelada el primer análisis que Láinez hace de la herencia que le deja su colega en la estructura táctico-técnica del equipo.

Desde el primer momento, con el estreno competitivo el próximo domingo en el estadio Martínez Valero de Elche (20.30) como primer termómetro de situación del nuevo Zaragoza de Láinez, el exportero blanquillo quiere que se noten los cambios de patrón sobre el césped. El Real Zaragoza debe ser otro por fuerza, por la cuenta que le trae. "Haciendo balance, 7 u 8 puntos se han ido en los últimos minutos. Y resulta que este es un equipo que, fuera de casa, ha sido capaz de marcar siempre. Pero viene con una sangría goleadora en contra que, en Segunda División, te penaliza. Cuando yo jugaba, el año que ascendimos, una de las bazas importantes fue la seguridad defensiva y encajar pocos goles. Si tienes, como es el caso, gente que posee la virtud de marcar y de adelantarte en los marcadores, hay que saber jugar con esas situaciones", abundó respecto del camino táctico que piensa inculcara a sus nuevo pupilos en los sucesivo.

Va a ser, por lo tanto, una semana de mucha teórica, también de mucha práctica sobre el campo, de notables cambios de conceptos. A Láinez, como se ve, no le convence el modo con el que ha venido afrontando los partidos Agné durante la serie nociva que ha llevado al Real Zaragoza al 15º puesto de la clasificación, a solo 3 puntos de las plazas de descenso a Segunda B. Una racha que sigue activa y que Láinez tendrá que cortar cuanto antes para evitar males mayores.