Imágenes imposibles con el nuevo reglamento: las medias bajas

Desde la modificación del reglamento FIFA en 2015, ya no se puede jugar al fútbol sin espinilleras, como Gordillo, Valdano, Kempes, Rubén Cano, Briegel...

Algunos momentos históricos de las décadas de los setenta y los ochenta, con jugadores que actuaban siempre o mayormente con las medias abajo y sin espinilleras.
Imágenes imposibles con el nuevo reglamento: las medias bajas
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Figueroa Vázquez, el árbitro sevillano que pitará el domingo en La Romareda el Real Zaragoza-Gimnástic de Tarragona, es ya parte de la historia del fútbol moderno. El 8 de enero fue el primero en expulsar (al coincidir una doble amarilla) a un futbolista por salir al campo sin espinilleras, tal y como obliga el remodelado reglamento desde 2015. Fue el delantero Barreiro, que ese día debutaba con el Nástic.

Este episodio evoca la memoria del pasado reciente para que los amantes de los mitos futbolísticos, de los iconos indelebles del balompié, se den cuenta de que desde hace tres años ya es imposible que puedan repetirse imágenes preciosas y singulares como las que dejaron, durante décadas, infinidad de jugadores que gustaban de acometer los partidos con las medias bajas y sin protección alguna en sus tobillos o ante sus tibias y peronés.

Así se recordará para siempre a Gordillo, aquel lateral del Betis, el Real Madrid y la selección española que casi siempre llevó sus piernas desnudas de escudos, con los largos calcetines plegados sobre los cordones y las lengüetas de sus botas negras. O al zaragocista Valdano, también jugador del Alavés, antes, y del Real Madrid, después, así como de la selección de Argentina, que prefería afrontar los partidos con las medias bajas, lo que estilizaba su técnico juego de pierna y zancada larga, de salto elegante y potente en los remates de cabeza. Igualmente, Rubén Cano, hispano-argentino de Elche, Atlético de Madrid, Tenerife, Rayo Vallecano y la selección española, hizo famosos sus goles de 'pulpo' con los calcetines gachos.

A Mario Alberto Kempes, el Matador argentino que se hizo un dios en Valencia y con su albiceleste campeona del Mundo en Buenos Aires, las mejores tardes le surgieron siempre con las medias abajo y sin espinilleras. Igual que le ocurría al escocés Steve Archibald, que dejó su desgarbada puesta en escena en su paso por la liga vestido del azulgrana del Barça. Indelebles para el recuerdo de sus galopadas por la banda son las piernas arqueadas de Hans Peter Briegel, un lateral carrilero atleta de Alemania, que hizo grande al Kaiserslautern y que dio el salto al mejor Calcio a través del Hellas Verona y la Sampdoria, siempre con las medias replegadas sobre sus botas y las canillas expuestas a todo.

Se podría hacer una lista enorme, a bote pronto. Algunos, como los citados, que mayormente jugaban siempre así (los hispano-argentinos Roberto Martínez [Español/Real Madrid] y Zuviría [Racing de Santander/Barcelona], también el zaragocista Amarilla en muchos partidos, el culé Fortes...). Otros, que alternaban las protecciones con las medias bajadas y los huesos desafiantes, incluso muchas veces en un mismo partido: el también blanquillo García Cortés, el barcelonista Calderé el atlético Robi, el aragonés Tato Abadía (Logroñés, Atlético de Madrid), el brasileño Toninho Cerezo... Refresquen sus recuerdos que van a salirles decenas de ellos sin necesidad de irse a la prehistoria.

¿Cuál es el motivo de que esto ya jamás pueda ser así? ¿Por qué ya nadie podrá emular a Gordillo, a Valdano, a Rubén Cano, a Kempes...? Muy sencilló. Al inicio de la temporada 2015-16, el reglamento FIFA sufrió varios cambios en cuestiones menores (en el fútbol, nunca nada es sustancial cuando de modificar criterios técnicos se trata) y uno de ellos afectó a la indumentaria de los futbolistas.

En la normativa IV, regla 1, la Real Federación Española de Fútbol incluyó de inmediato la reforma que dice así: "Las espinilleras o canilleras son un elemento de protección obligatorio en todas las categorías del fútbol. Es un accesorio indispensable para practicar la competición deportiva y así se recoge en los distintos reglamentos. Indiferentemente o no del material o si son espinilleras personalizadas son un elemento obligatorio para disputar cualquier encuentro". En sucesivas circulares, se informó que "las espinilleras/canilleras deberán estar cubiertas completamente por las medias y deberán ser de un material apropiado y ofrecer a cualquier jugador una protección adecuada".

Una medida adoptada por el bien de la salud de los futbolistas, en evidente prevención de lesiones graves, de tipo óseo, en las piernas. Pero que, de rebote, anula la posibilidad de volver a ver algún día a aquellos singulares futbolistas, muchos de ellos grandes estrellas, que gustaban de jugar sin protecciones y sin la molestia de las medias subidas hasta debajo de la rodilla y atadas con cordones de trenzadera cuyo nudo se tapaba con el doble del calcetín. Esas manías, esas preferencias, esas cuestiones estéticas, ya no están al libre albedrío de los jugadores. Para los mitómanos, una verdadera pena. 

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