Sebastián Saja conquista la portería

El veterano guardameta argentino debuta en el Zaragoza y envía a Xabier Irureta al banquillo de los suplentes.

Saja, este domingo en Santo Domingo.
Sebastián Saja conquista la portería
Enrique Cidoncha

Xabier Irureta culminó este domingo un singular declive: por sus méritos propios, ha perdido la titularidad en dos periodos distintos de una misma temporada. Esta guadianesca tendencia es del todo inusual y explica, por sí sola, la crisis que ha arrastrado el Real Zaragoza en la portería con el guardameta vasco en la posición. En Alcorcón, Raúl Agné se decidió a un relevo de libro, tan claro y argumentado por los constantes errores de Irureta, pero que el entrenador se resistió a adoptar, con una firme defensa de su guardameta principal. Hasta que el gol del Levante hace una semana condujo a Irureta al abismo de la portería y a Agné a un callejón sin salida: debía darle los guantes titulares a Saja. Y así fue. En Santo Domingo, debutó el portero argentino. El salto cualitativo fue evidente. También la diferencia de estilos. Saja aportó serenidad a un área descosida por el comportamiento turbulento de Irureta. Transmitió seguridad, dejando, desde sus primeras intervenciones, un poso de guardameta curtido y sobrio, una sensación que contrasta con la inestabilidad y la fragilidad del puesto con Irureta. Con Saja, el aroma a gol en las pelotas que cruzaban su zona se desvaneció.

El Alcorcón, durante la primera mitad, provocó varias sacudidas de pelotas llovidas sobre su área. Pero en la zona se impuso el dominio del portero argentino. Por primera vez en mucho tiempo, ese sector fue terreno firme, controlado y vedado, ya por Saja o por los defensores del Real Zaragoza. El guardameta presentó buenas credenciales en el juego aéreo: lectura de los envíos, gestión de los tiempos, precisión en la toma de decisiones, buenas ejecuciones… Destacó en la interpretación de ese tipo de jugadas. También sacó un par de buenos remates abajo y el Zaragoza mejoró también en las pelotas salidas desde los pies de su portero. La zurda de Saja se reveló más certera, potente y técnica que el saque largo de Irureta, habitualmente carne de grada.

A Saja, vencido por completo en el gol del Alcorcón, tan solo se le apreciaron aristas este domingo en la comunicación con sus compañeros a la hora de repartirse algún balón, una rémora lógica en sus primeros minutos con el equipo. Por lo demás, su papel en la portería fue solvente. Le dio a la portería del Zaragoza lo principal: normalidad. Una presencia sosegada y sólida a una posición tan sensible a las vacilaciones y la agitación. Un buen comienzo.

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