El Real Zaragoza pone el ojo en Pamplona, por si acaso

Fran Mérida y Jaime saldrán del Osasuna en enero. El Huesca está mejor ubicado para recibir al medio centro, pero el Zaragoza ha tanteado ambos casos.

A la izda., Fran Mérida celebra un gol del Osasuna en La Rosaleda ante el Málaga. La dcha., Jaime Romero pugna con un rival en el partido Osasuna-Real Sociedad jugado en El Sadar.
El Real Zaragoza pone el ojo en Pamplona, por si acaso
Diario de Navarra/HA

Fran Mérida, centrocampista organizador, y Jaime Romero, extremo zurdo, fichajes del pasado verano del Osasuna tras el ascenso a Primera División, tienen muchos boletos -casi todos- para abandonar la plantilla navarra en el mercado invernal, el mes que viene. Con el equipo rojillo en la cola de la máxima categoría y sin Martín Monreal en el banquillo tras su destitución, la directiva navarra prepara cambios a la desesperada por si, con Caparrós al frente del vestuario, aún es posible el milagro de la salvación. El técnico andaluz no cuenta ni con Mérida ni con Jaime y, como es ley en el fútbol moderno, la oferta y la demanda de opciones ya está en marcha hace varios días en relación a estas dos piezas, muy apetecibles ambas en el escaparate de Segunda.


El Real Zaragoza, al acecho de cualquier posibilidad de refuerzo que pueda encajarle dentro de 20 días en su baremo, ya ha escrutado este par de casos por si acaso hubiera alguna vía abierta que favoreciera su llegada a La Romareda. Un medio centro creativo y un extremo con velocidad y desborde -además ya conocido y bien ponderado en la plaza- son realmente sugerentes.


Mérida ya se trabajó durante el año pasado desde el área deportiva zaragocista, cuando el jugador militaba en el Huesca, pero siempre con la premisa de que el Real Zaragoza lograra el ascenso a Primera (justo lo que hizo el Osasuna en su lugar tras la catástrofe de Palamós ante el Llagostera del cuadro blanquillo). Ahora mismo, en el Zaragoza son conscientes de que, precisamente el Huesca, está mejor colocado para ser el receptor de Mérida si se consuma su salida del club navarro en enero. El futbolista y la entidad azulgrana mantuvieron un idilio mutuo mientras duró la estancia del futbolista en El Alcoraz y eso dejó un poso de índole personal que, a fecha de hoy, no favorece las apetencias zaragocistas y sí juega a favor de los oscenses. Pero nada está aún definido y, por ello, todo es posible.


El caso de Jaime es distinto. El albaceteño intentó seguir en su día en el Real Zaragoza, donde mejor rendimiento dio -siempre que las lesiones no le coartaron su alineación- en su rosario de cesiones desde el Udinese italiano, que tuvo un lustro de vigencia, pero los cambios en los planes del área deportiva zaragocista lo impidieron. Ahora, quizá las circunstancias pudieran abrir una gatera nueva a ese posible retorno.


No obstante, las cuestiones económicas (en cualquier asunto en el que entre el Real Zaragoza va a sucederle lo mismo) son un condicionante decisivo por las limitaciones que pesan en las maniobras futuras del equipo zaragocista. Algo que, en cualquier aproximación a cualquier futbolista que interese durante los próximos 45 días, va a ser factor clave para ver si es posible su incorporación o, por el contrario, acaba siendo un imposible. Todo, dependiendo directamente además de las bajas que pueda consumar Juliá entre el elenco de los actuales jugadores que componen el vestuario zaragozano y que logren liberar una parte del tope salarial permitido por la LFP a la entidad blanquilla.


Por eso, como en otros casos, lo de Mérida y Jaime es un movimiento de acercamiento, de interés, un ponerse en lista de espera para que se sepa que en La Romareda hay sitio para determinados futbolistas, si así lo desean las partes interesadas y los números casan. Lo mismo que ya sabe el Betis respecto de las posibles salidas del ariete Alex Alegría y el lateral derecho Rafa Navarro, si al final tienen lugar en enero.


Mérida ha jugado únicamente en 4 partidos con el Osasuna en lo que va de liga, apenas 220 minutos, solo uno completo ante la Real Sociedad. Todas sus presencias como rojillo tuvieron lugar al inicio de la temporada, de manera que no es alineado desde el mes de septiembre. Se estrenó marcando un gol en La Rosaleda ante el Málaga en la 1ª jornada, que supuso el 1-1 final.


Por su parte, Jaime ha asomado en el campo vestido de rojillo en 9 partidos, acumulando solo 353 minutos porque muchas de sus participaciones fueron fugaces, saliendo desde el banquillo. De hecho, solo jugó de titular los 90 minutos una vez, en El Sadar ante el Espanyol (derrota por 1-2 de los osasunistas). El 5 de noviembre, hace ya más de un mes, fue su última presencia en el equipo. Con Caparrós, igual que Mérida, prácticamente no cuenta ni para las convocatorias.

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