Reencuentro en el gol

En el fútbol, el pasado es breve. Su vida acelerada e impensada transforma velozmente ese pasado en presente. Un prueba es el reencuentro entre Ángel y Ortuño, los dos delanteros que, hace 15 meses, empezaron en el Real Zaragoza una temporada en la que sus goles y sus condiciones debían conducir al equipo aragonés a la Primera División. Fue la pareja seleccionada por Ángel Martín González para afilar el ataque de Ranko Popovic. Pero el destino del director deportivo y el entrenador acabó condicionado el destino de Ángel y Ortuño. El sábado, ambos futbolistas, se reunirán sobre el mismo césped como abanderados del gol de sus equipos.

Ortuño, de 25 años, como indiscutible ariete del Cádiz, y Ángel, de 29, como asentado punta del Real Zaragoza. La temporada, de momento, les sonríe buenos números y les une, en cierto modo, en el comportamiento goleador. Ambos se encuentran entre la avanzadilla de artilleros de la categoría, liderada por Joselu (Lugo) y Roger (Levante) con 10 goles. Ortuño, como Brandon (Mallorca), suma 8 en la persecución, y, después, en esa carrera, aparece Ángel con siete goles, ninguno de penalti porque el Zaragoza aún no ha sido agraciado con ninguno: de lo contrario, quizá Ángel, como sus rivales ahora por el pichichi, se hubiera apoyado desde los 11 metros para impulsarse más como goleador. Llama la atención sus mapas goleadores: Ortuño metió cinco en las cuatro primeras jornadas, mientras Ángel enlazaba cuatro en las dos partidos de inicio de curso.

Luego, se abrió un vacío para ambos: Ángel ha marcado tres goles desde entonces, el último al Reus la pasada semana, los mismos que Ortuño desde su fulgurante arranque –le marcó un doblete al Alcorcón hace quince días, en la victoria del Cádiz por 4-1 en el Carranza–.

Nikolic, la opción de Popovic

Ambos delanteros, rivales hoy, compartieron una íntima competencia interna la pasada temporada. Fue la pareja finalmente reclutada por Ángel Martín González, gran valedor de ambos, después de que Popovic dejara prácticamente resuelta la contratación como agente libre de Nemanja Nikolic, delantero internacional húngaro que venía de marcar más de 40 goles en sus dos anteriores temporadas en el Videotón y que, tras desechar Martín González su fichaje, acabó en el Legia Varsovia, donde anotó el pasado curso 28 goles, se proclamó máximo goleador en Polonia, ganó el título liguero, se clasificó para la vigente Champions League y se ganó el pasaporte para jugar la Eurocopa con Hungría.

Finalmente, la delantera del Zaragoza quedó en manos de Ángel y Ortuño, dos puntas de características opuestas, por lo que complementarios, pero que cuando coincidieron en el once fue con Ángel tirado a banda izquierda.

El tinerfeño comenzó como titular la temporada, hasta que la aparición en la titularidad de Ortuño con gol contra el Alavés en la séptima jornada, después de tres partidos consecutivos del Zaragoza sin marcar, acabó consolidando al murciano como delantero principal de Ranko Popovic.

Hasta que en enero, con la llegada de Lluís Carreras, las bases del juego cambiaron. El catalán prefería un punta dinámico como Ángel y Ortuño no aceptó esa degradación en la jerarquía, así que se agitó su salida al Mallorca, siendo entonces el máximo goleador del Zaragoza, con siete dianas (más cuatro asistencias). En su nuevo club, la pólvora escaseó, y solo se apuntó cuatro tantos hasta final de temporada. "Es una decisión del jugador. He leído problemas con el entrenador, con el club… No es así. Me vino y me dijo: ‘Míster, quiero marcharme’. La afición no me quiere; el club, medio medio; y tú, poquito. He hablado con mi expresidente de Las Palmas (estaba cedido en Zaragoza por el club canario), mi representante y quiero marcharme", explicó, tras su salida Lluís Carreras.

Dos perfiles diferentes

Si a Ángel lo resumen su velocidad, astucia, sacrificio defensivo, lectura del juego y sentido colectivo, Ortuño puede servirle de contraste. No solo por la anatomía, ni por el pie bueno (el murciano es zurdo, aunque también le pega duro con la derecha), sino también por sus cualidades: potencia, pericia en remate, juego de cabeza, intimidación en el área… Ambos, con la imparable fuga de talento ofensivo de la categoría en los últimos años, se han ido elevando como dos de los delanteros con mejor cartel en Segunda en la actualidad. Dos de los más cotizados en este nivel. De momento, el gol les acompaña, y Cádiz, el sábado, los pondrá de frente con el recuerdo de lo que pudo ser y no fue en Zaragoza.