La maldición de los penaltis

El árbitro De la Fuente Ramos, encargado de dirigir el encuentro del pasado domingo en Getafe, señaló el sexto penalti en contra del Real Zaragoza en la actual temporada por una ingenua entrada de Bagnack por detrás a un rival. La pena máxima se puede aceptar, con algún reparo, pero lo cierto es que el conjunto zaragozano se ha cargado con castigos que en su mayoría se demostró que no eran aplicables. Seis penaltis en contra –el máximo de la categoría– y ninguno a favor, dejan al Real Zaragoza como el bloque más perjudicado en las 15 jornadas disputadas hasta el momento, por la señalización en contra como a favor, algo impensable si se repasan las imágenes de los encuentros jugados.

Pronto llegó el primer revés desde los once metros. En el partido inaugural de la Liga, contra el UCAM Murcia, el Real Zaragoza ofreció un estreno pleno de ilusión, con juego y goles, que dieron la primera victoria al conjunto. Se estropeó el final del choque con un penalti clarísimo de Irureta al arrollar a Jona, tras una pérdida del balón en el centro del campo. Es el único que no ofrece dudas. La jugada fue clara y así se reconoció. El equipo había funcionado bien y no importó mucho por el resultado favorable (3-1).

Fue peor en Valencia, en la cuarta jornada, frente al Levante. Un equipo muy superior que además de su juego se vio beneficiado por otra errónea actuación arbitral al señalar un penalti por una mano de Marcelo Silva que no fue. Encuentro que representó, para el zaragocismo, el primer disgusto al ver al equipo superado por completo por un rival directo en el camino al ascenso, y que reflejó el error arbitral.

Como lo fue después la máxima pena que señaló el árbitro a Casado sobre Uche cuando fue un forcejeo entre ambos. Tampoco tuvo incidencia en el marcador porque el marcador reflejó al final un 0-0 que daba un punto en un encuentro feo y denso. El Zaragoza seguía instalado en los puestos de arriba, pero ya daba muestras de debilidad.

Tampoco fue penalti el que le dio al Córdoba un punto en La Romareda, cuando Guille hizo un piscinazo ante Casado. El equipo andaluz arañó un empate en un choque en el que los locales merecieron claramente la victoria. Nuevo castigo que perjudicó en la clasificación al equipo aragonés con otro error del colegiado.

Contra el Almería, en La Romareda, la victoria quedó en casa (2-1) a pesar de la mala interpretación del árbitro cuando Quique chuta mal, fuera, antes de que Zapater pueda contactar con él. Al final en el recuento, seis penaltis en contra de los que cuatro dejan más que una duda razonable. Ningún equipo llega a esa cifra y solo el Lugo se aproxima, con cuatro, al Real Zaragoza.

A favor, en el haber zaragocista se echan en falta jugadas que, por su claridad o porque en casos idénticos se han señalado penaltis en contra, los árbitros no los pitaron a favor en las áreas de los rivales. Es el caso de la mano de Carlos David a tiro de Manu Lanzarote el día del Huesca en La Romareda; el agarrón continuado del alcorconense Víctor Pérez sobre Ángel en un mano a mano (también en el estadio municipal). O el clamoroso arrollamiento del portero del Sevilla Atlético, Caro, sobre Ángel Rodríguez que el árbitro sacó fuera del área y lo redujo a una falta lateral.