La cantera sigue creyéndose cada vez más importante

Pombo, Delmás y Xiscu, el trío del filial que viajó a Getafe, da fuerza una semana más a los valores de los jóvenes de casa.

Pombo (i), Delmás(c) y Xiscu (d), posan juntos antes de subir al autocar para iniciar el viaje hasta Madrid en la noche del pasado sábado.
La cantera sigue creyéndose cada vez más importante
José Miguel Marco

La fotografía de los canteranos Pombo, Delmás y Xiscu previa al viaje del Real Zaragoza a Getafe en la tarde-noche de este sábado es un resumen del ambiente de ilusión que se vive en el estrato inferior del primer equipo en la Ciudad Deportiva. Tres chicos risueños, que saben que no acuden a Madrid para cubrir el expediente, que no son bultos de relleno. Con Agné, si tienen que jugar, lo harán. Tres, treinta, sesenta o noventa minutos. Son las alternativas naturales a una plantilla reducida, en una competición llena de igualdad y problemas gemelos entre la mayor parte de los clubes, donde es el momento de apostar y arriesgar con los valores de cosecha propia. 


Se ha pasado de una tesis, la de Luis Milla ("el primer equipo es el primer equipo, y el segundo es el segundo, para eso están las categorías"), a otra bien diferente, la de Raúl Agné: "Yo tengo dos plantillas, la del primer equipo y la del segundo". De entrada, puede tenerse la cautela de prever que, en el caso de Agné, puede haber buena parte de pose, de palabrería, de oportunismo. Y hay que esperar más tiempo para ver si la teoría se convierte en práctica. Si los hechos del futuro se corresponden con las palabras de hoy. Pero, paso a paso, gesto a gesto, el técnico de Mequinenza se está ganando el predicamento entre los muchachos del RZD Aragón (del que él formó parte en su juventud) y, por derivación, en los demás escalones del fútbol base zaragocista. En cuanto tiene oportunidad, ahí están los jóvenes del B para entrar en las citaciones y, aunque sea simbólicamente, participar en los partidos. 


Agné quiere alargar lo más posible la plantilla. Con los descarriados del primer equipo y con los emergentes del segundo equipo. A Getafe viajaron Pombo, Delmás -que se estrena- y Xiscu. Antes, Buenacasa ya pisó el campo con el nuevo entrenador. De los mayores, Edu García ya no es un mueble en el vestuario. Ahora es uno más. Y titular, por haber sabido aprovechar su alternativa. A Cani y Zapater, los dos veteranos indiscutibles, se les van sumando más piezas con ADN de la Ciudad Deportiva, unos aragoneses, otros llegados allí desde otros lares, caso del portero gallego Ratón.


Cierto que, con Milla, también debutaron Buenacasa, Pombo y hasta Zalaya y Lasure en el partido de Copa, donde Ratón también tuvo su bautismo. Al César lo que es del César. Pero el talante fue bien distinto. El envoltorio oral, la filosofía de su participación con la primera plantilla, era más fría, menos sugerente para los aspirantes. Eso es lo que, desde el amplio colectivo de reclutas blanquillos que aspiran a hacer carrera en el Real Zaragoza, se percibe desde hace un par de semanas. Las caras de Pombo, Delmás y Xiscu antes de viajar a Madrid lo dicen todo. Luego vendrán los hechos. Y Agné, como antes hizo Milla en su corto periplo, se hará su propio retrato al respecto. Por ahora, lo que sí se puede contar sin temor a confundir al receptor es esto: la cantera cada día se siente más importante. Es cuestión de fe. Quizá, pronto, sea todo más tangible. Veremos.

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