Cuando una imagen advierte del futuro 25 años antes

Un día de 1990, un suplente Raúl Agné se sentó en el banquillo de La Romareda junto al entrenador, Víctor Fernández. Hoy, esa imagen tiene un valor bien diferente al de entonces.

Imagen de un partido del Deportivo Aragón, filial del Real Zaragoza, en La Romareda en 1990. En el banquillo, su entrenador, Víctor Fernández. A su lado, el primer suplente sentado pierna con pierna es Raúl Agné, el nuevo técnico zaragocista.
Cuando una imagen advierte del futuro 25 años antes
Archivo ÁNGEL AZNAR

Quien en 1990 viese la foto que acompaña esta información, del archivo de Ángel Aznar, simplemente apreció al entrenador del filial del Real Zaragoza, el Deportivo Aragón, sentado en el banquillo de La Romareda durante un partido. Una imagen de la que, probablemente, ese entrenador, Víctor Fernández, sería el protagonista principal, aunque en ese momento no dejaba de ser un incipiente y casi anónimo jovenzano que había alcanzado la dirección técnica del equipo se Segunda B sin apenas trayectoria.


El resto de componentes del retrato, serían meros figurantes, los indelebles e inevitables acompañantes de Víctor en esa instantánea del banco de suplentes, donde destaca la presencia del doctor Jesús Villanueva, el médico del primer equipo. También está el masajista, Manolo Franco. Y el grupo de jugadores reservas de aquella cita no datada. Una de tantas del filial en La Romareda (lugar habitual de juego en aquellos tiempos, en contraposición con lo que ocurre ahora, donde siempre juega en la Ciudad Deportiva y pisar el césped del estadio es atípico y absolutamente extraordinario).


La curiosidad, el valor de esta foto lo aporta Raúl Agné, el nuevo entrenador del Real Zaragoza, ahora, en octubre de 2016. Agné, hace 26 años, suplente en aquel partido del Deportivo Aragón, se sentó justamente al lado de su entrenador para observar las evoluciones del duelo. Pierna con pierna. La pose de Agné, con la barbilla apoyada en la mano derecha mirando lo que acontece en el terreno de juego, tiene ya mucho de entrenador. Otros compañeros futbolistas (detrás se ve a un adolescente García Sanjuán), tienen un ademán más disperso, probablemente porque el partido estaba por empezar, de ahí la posición del fotógrafo, justo delante del foso que era entonces el banquillo de La Romareda. 


A veces, la retrospectiva muestra efectos anunciadores, proféticos, como es el caso. Agné junto a Fernández. Jugador al lado del entrenador. Una pose que denota una vocación, tal vez aún sin explotar en el joven mequinenzano pero que, 26 años después, puede adivinarse, presuponerse o, sin llegar tan lejos, simplemente observarse como casual. En cualquier caso, una fotografía llena de encanto porque, en definitiva, hace referencia a la historia del Real Zaragoza. A dos de sus entrenadores. A dos de sus chicos salidos del filial que, con un tiempo diferido enorme, han llegado al mismo lugar. Ahí, con distintos roles, se les ve juntos. En el sitio.

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