Sexto recibe a segundo

El Córdoba, gracias a tres triunfos seguidos, le ha quitado al Real Zaragoza el puesto de ascenso directo que manejó durante cuatro jornadas.

Los jugadores, con una portería portátil en el entrenamiento del viernes en La Romareda.
Los jugadores, con una portería portátil en el entrenamiento del viernes en La Romareda.
Raquel Labodía

Hace 10 días, el partido hubiese tenido invertidas las coordenadas de navegación de ambos contendientes. Entonces, el Real Zaragoza era 2º en la clasificación y el Córdoba aspiraba a meterse en la zona noble desde la mitad de la tabla. Ahora, los segundos son los cordobeses y el cuadro zaragocista se ha caído hasta la 6ª plaza. Es la consecuencia de una excelente racha de los blanquiverdes, que encadenan tres victorias consecutivas, mezclada con los dos tropezones de los de Milla en sus dos salidas, un simple empate en Tarragona y la dolorosa derrota del domingo pasado en Soria. Este es el punto de partida del choque de este sábado en La Romareda, un duelo entre dos equipos con aire desaliñado en sus respectivas trayectorias en el primer mes de liga, sin un orden concreto, con un rendimiento dispar.


Los de Oltra empezaron asustando a los suyos por su inconsistencia. El 3-0 que recibieron en Huesca hace tres semanas aún les escuece. Ese día dieron miedo de verdad. Antes, en la vieja Condomina, el aragonés Luso Delgado tuvo que salvar un punto anotando el 1-1 fuera de tiempo ante el UCAM Murcia recién llegado de Segunda B. Entremedias, el Lugo casi les da el disgusto mayor en El Arcángel, donde el Córdoba salvó el 3-3 final de milagro. Pero llevan tres partidos con el santo de cara. Vencieron 1-0 al Levante, el resultado más meritorio de todos (son los únicos que han domado al líder). Triunfaron 0-1 en Alcorcón en un campo siempre incómodo, el de Santo Domingo. Y, el pasado fin de semana, doblegaron 2-0 al Nástic de Tarragona. Discurren, como se ve, por la misma senda de rivales que el Real Zaragoza. Y, en ese cotejo, salen triunfadores por el momento los andaluces, que han sumado 14 puntos por 11 los zaragozanos.


El Real Zaragoza se ha visto perjudicado en su curva de rendimiento de puntos por los dos partidos consecutivos que le ha ordenado jugar fuera de casa el calendario. Ahí no rinde igual que en casa y, al no ganar en dos semanas ligadas, el pinchazo se hace notorio. Por eso, para evitar una dinámica negativa que generaría rozamientos, el equipo de Milla necesita imperiosamente ganar al Córdoba en su retorno a casa. Solo así evitará enlazar tres partidos sin un triunfo, siempre mal síntoma y preludio de crisis o, al menos, minicrisis (habla el pasado reciente).


Los aragoneses tienen las bajas de Cani y Xumetra, ambos titulares y lesionados (a Wilk y Dongou, por motivos obvios, no cabe citarlos). El Córdoba tiene en el dique seco al central Deivid y al extremo Pedro Ríos (fue el autor del 0-1 en el triunfo cordobés el año pasado en La Romareda). El pivote Markovic sigue convaleciente de la grave rotura de rodilla que sufrió en la Promoción, en junio. Llegan con Antoñito, lateral diestro, entre algodones. En este apartado de ausencias y tocados, la cosa está a la par.


Los andaluces han perdido el 75 por ciento de los goles del año pasado, por lo que su vanguardia tiene un rostro totalmente distinto. Se marcharon el rumano Florin Andone (al Deportivo de La Coruña) tras marcar 21 goles; Xisco (se fue a China), con una marca de 9 goles el año anterior; Fidel (al Almería), que firmó 11 tantos desde la banda; también cambio de aires De Tomás (al Valladolid), que anotó 6 tantos. Son 47 goles en liga entre cuatro atacantes que Oltra ya no tiene. Palabras mayores. El heredero de esta responsabilidad es, mayormente, el exzaragocista Rodri, de breve paso por La Romareda el año del descenso. El veterano Alfaro parece haber recuperado su olfato asimismo.


Milla prepara un partido reñido, de mucha insistencia sobre el área visitante. Y, en sentido contrario, con sumo peligro en las rápidas contras que monta la medular con pases largos al espacio. Necesita más combinación que en los últimos partidos, donde el balón parado de Lanzarote ha salvado la papeleta por encima de otras cualidades ofensivas del equipo. Se requiere a Ángel en su versión de las dos primeras jornadas, ágil y certero en los balones que le lleguen. Tal vez sea el estreno goleador de Juan Muñoz en casa, como ya hizo en Soria inútilmente hace seis días. No vendría mal tampoco que se sumara a la lista de goleadores algún miembro de la segunda línea o, incluso, de la zaga. En este sentido, el partido es una reválida en la trama atacante. 


Se desea hablar poco del árbitro, un vicio al que los propios colegiados incitan por Zaragoza últimamente por causas que acaban saltando a la vista fácilmente pocos minutos después de acabar los partidos. Esta vez, el turno es para el joven gallego Pérez Pallas.


Comienza el tramo de octubre para el Real Zaragoza. Una fase siempre enrevesada en los últimos años. Donde la tabla clasificatoria empieza a tomar rostro y exige un mínimo de resultados. Donde al equipo, tras el admitido tanteo inicial, se le pide cierta calidad, regularidad y eficacia. Todo eso se postula hoy desde las gradas de La Romareda. Milla y sus muchachos tendrán que intentar estar a la altura de las circunstancias. El sexto, el Real Zaragoza, recibe al segundo, el Córdoba.

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