La magia de Cani desaparecerá durante un mes del Real Zaragoza. El futbolista sufre una rotura de fibras en el recto anterior de la pierna derecha que lo mantendrá alejado de los terrenos de juego aproximadamente ese espacio de tiempo. El motor zaragocista se rompió en el cuarto partido de Liga de Segunda División, el que disputó el pasado sábado en el estadio Ciudad de Valencia ante el Levante. Cani se echó mano a su pierna derecha en el minuto 68. Su cara no denotaba todo el dolor que la lesión revestía. En principio era un pinchazo. Un minuto después fue sustituido por el delantero andaluz Juan Muñoz. Tras de un día de reposo, ayer la dolencia fue valorada a través de una resonancia magnético nuclear en el Hospital Quirón Zaragoza. La prueba desveló la rotura que padece el referente del Real Zaragoza. La lesión no es grave, pero sí obliga a parar al futbolista, que podría perderse los cuatro o cinco próximos partidos, considerando que la próxima semana también se juega el jueves además de los fines de semana. Grave contratiempo para el colectivo que gestiona Luis Milla. Su flujo ofensivo emana de Cani.

Pero Cani no es la única baja. Ante el Levante también cayó lesionado el lateral derecho Isaac Carcelén, que fue sustituido en el descanso por Fran. El defensa andaluz sufría molestias musculares que ayer también fueron auditadas. Sin embargo, las pruebas a las que fue sometido no desvelaron ninguna rotura muscular. El futbolista ayer desarrolló un trabajo individualizado. No está descartado para la próxima cita liguera del Real Zaragoza, fijada para el próximo sábado ante el Alcorcón (20.00). Sí está descartado Erik Morán, que cayó lesionado en el encuentro copero del pasado miércoles ante el Real Valladolid. En un principio, el periodo de recuperación establecido para el centrocampista vasco es de tres semanas. La nómina de bajas la clausura Leandro Cabrera, que fue el primero en caer lesionado. El central uruguayo se lastimó en el careo ante el Huesca disputado el pasado 3 de septiembre. Cabrera no viajó el pasado sábado a Valencia. Su concurso tampoco está garantizado ante el Alcorcón.

Con todo lo apuntado en el parte médico anteriormente referido, el entrenamiento desarrollado ayer estuvo claramente marcado por las ausencias. Paradójicamente, todos los futbolistas pisaron el césped de la Ciudad Deportiva, pero cuatro caminaban sobre zapatillas y no sobre botas de fútbol. Cani, Isaac Carcelén, Erik Morán y Leandro Cabrera fueron junto a sus compañeros desde los vestuarios hasta la sala aneja al campo en la que había programada la sesión de vídeo. Después de comprobar todo lo que cabe mejorar respecto al encuentro del Levante para recibir al Alcorcón, los cuatro lesionados continuaron la sesión de trabajo fuera del terreno de juego. De ellos, Isaac podría llegar en caso de evolucionar favorablemente de las molestias que padece. Incluso Cabrera. Cani y Erik Morán tienen para más tiempo. Tiempo de vigilia, de espera, para la afición zaragocista.

Cani es un futbolista capital en la estructura física y emocional del Real Zaragoza. El equipo diseñado por el director deportivo, Narciso Juliá, y por el entrenador, Luis Milla, descansa sobre las espaldas de Alberto Zapater y sobre la cabeza de Cani.

Su rendimiento hasta la fecha estaba siendo notable. Cabe decir que el Zaragoza ha vencido con claridad cuando Cani ha brillado. Su mejor partido fue ante el UCAM Murcia, en el estreno liguero, en el rotundo triunfo aragonés. En Lugo, Cani dejó ratitos de brillantez, igual que un Zaragoza que adquirió una ventaja que no supo defender. Ante el Huesca, Rubén dio la cara ante un rival que vendió cara la derrota. Su esfuerzo contribuyó a un triunfo absolutamente fundamental para que el Zaragoza continúe habitando en la zona que le corresponde, la cabeza de la Segunda División. Cani no fue citado en el duelo copero ante el

Real Valladolid, donde el conjunto aragonés se extravió primero y cayo eliminado después ante los pucelanos. El pasado sábado, en el naufragio en el Mediterráneo, Cani, su casta y su clase, se cobraron la falta que inmediatamente después ejecutaría con maestría Manu Lanzarote. Poco más hizo Cani. Poco más podía hacer... Como la resonancia magnético nuclear a la que ayer fue sometido desveló, Cani sufre una rotura muscular. Un mes sin Cani.