"Problemas, muchos problemas"

Luis Milla, en su análisis en caliente del partido ante el Levante, puso en evidencia la enorme preocupación que rodea al Real Zaragoza en estos días de septiembre.

Luis Milla, pensativo, en el banquillo del Ciutat de Valencia durante el partido del pasado sábado entre el Levante y el Real Zaragoza
Luis Milla, pensativo, en el banquillo del Ciutat de Valencia durante el partido del pasado sábado entre el Levante y el Real Zaragoza
Las Provincias

"Problemas, muchos problemas". Fue la frase más rotunda y nítida de cuantas lanzó al aire Luis Milla, el entrenador del Real Zaragoza, tras la goleada recibida por su equipo en la noche del sábado en Valencia ante el Levante. De entre sus numerosas perlas, un repertorio de máximas cortas y concretas con las que el turolense intentó argumentar el horrible partido jugado por sus chicos ante los granotas, esta es la que más calado tiene por todo lo que acarrea tras de sí.


Milla trufó su dolido y preocupado discurso con lacónicos pensamientos: "Creo que hemos sido superados claramente en la primera parte", admitió de entrada. "Nosotros no hemos estado bien", asumió poco después. "No hemos sido capaces de estar firmes", prosiguió. "No hemos estado a la altura", espetó a continuación. "Nos han hecho daño mentalmente los dos primeros goles", argumentó de seguido. "Todos esperábamos más del equipo, que fuéramos más competitivos", apostilló más al final de su comparecencia. "El funcionamiento del equipo no es bueno", remató. Se trata de casi un decálogo de asunción de un severo problema que, primero se manifestó en Lugo con indicios evidentes (que había que ver, subrayar y reparar), y después se confirmó en Valencia con reiteración y agravamiento en sus afecciones al equipo en general.


Después de cuatro jornadas, el fútbol del equipo no emite buenas sensaciones en cuestiones básicas, pese al efecto espejismo que provocan los 7 puntos sumados entre los primeros 9 disputados en las tres primeras jornadas de la liga. De hecho, los dos partidos dirimidos como visitantes, en Lugo y éste último en Valencia, señalan al Real Zaragoza como un conjunto extremadamente vulnerable en defensa, que ha encajado 8 goles en este corto trecho de campeonato, 7 de ellos en los dos choques fuera de La Romareda (en el 3-3 ante los lucenses y el 4-2 frente a los levantinistas).


"Está claro que, cuando encajamos 4 goles en este partido en Valencia y el otro día nos metieron 3 en Lugo, hay alguna cosa que no funciona y que tenemos que intentar arreglarla", reconoció Milla sin rodeos ni excusas. Pero el turolense reparte responsabilidades a todas caras respecto de ese defecto que está arruinando los marcadores de los zaragocistas fuera de casa: "Está claro que este es un trabajo de todo el mundo", indica para que nadie quede al margen de las máculas que arrastra el equipo en su primer mes de competición.


Marcar 5 goles fuera de casa en dos partidos y solo ser capaces de extraer un punto a través de semejante cosecha es, sin duda, un síntoma preocupante en grado extremo. Habla de una descompensación tremenda entre el mecanismo ofensivo y el método defensivo que utiliza el equipo y, dentro de esa tesis general, denuncia una falta de solvencia individual en varios hombres dedicados a las tareas destructivas y de contención, que requiere un estudio serio y profundo en pocas horas. Muchas cosas no se están haciendo bien en el equipo zaragocista para que la imagen dada a domicilio sea tan arrugada, fea e inconsistente.


Y Milla avisó 10 minutos después de acabar el fiasco ante el Levante que la semana se presenta caliente en ese sentido: "Aquí solo falta trabajo y trabajo. Nos toca analizar y ver dónde tenemos que tocar la tecla para ser mejores en defensa", recetó como primera medicina ante tamaño problema.


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