Juliá apura el plazo

Para Narciso Juliá y el área deportiva del Real Zaragoza ayer fue un día intenso en negociaciones, llevadas a cabo con el propósito de contratar un defensa central zurdo y un delantero centro de envergadura que refuercen las prestaciones de la plantilla que gobierna Luis Milla. Sin embargo, el mercado de Segunda no satisfizo la demanda aragonesa. O se iban los precios o no encajaban los perfiles. Es posible que el Real Zaragoza se vea abocado a ir a la última hora del último día en este mercado estival. No sería de extrañar. Ya ha ocurrido en otras temporadas.

Diez clubes de Primera División y siete de Segunda se hallan en la misma búsqueda de un buen delantero, una situación que tienden a aprovechar agentes y futbolistas.

El exosasunista Kike Sola, que es propiedad del Athletic de Bilbao, club al que le unen dos años más de contrato, sigue fuera del alcance de la sociedad anónima deportiva aragonesa.

Con un salario de un millón de euros por temporada –en términos redondos–, su incorporación es imposible sin una adecuada convergencia de los intereses de las tres partes: Real Zaragoza, Athletic de Bilbao y el propio jugador. Ayer, desde luego, no se alcanzó ese punto de entendimiento.

Tampoco se avanzó terreno apreciable en los casos de Barreiro, hombre de vanguardia del Alavés, y de Álex Alegría, delantero del Betis.

En el caso del club verdiblanco, tampoco hubo mayor novedad en su interés por el uruguayo Leandro Cabrera, que conforme avanzan las horas parece más cercano a quedarse en la disciplina del club aragonés que a formar parte de una operación de traspaso.

A este respecto, la entidad aragonesa se sigue remitiendo a la cláusula de rescisión de su contrato, que está fijada en 2 millones de euros. Mientras tanto, la posible renovación contractual del charrúa ha caído dentro del complejo y revuelto contexto de los finales de mercado. Cabrera no firma la renovación en los términos de la actual oferta. El Real Zaragoza, por su parte, ha frenado un tanto su primera intención de prolongar el vínculo.

Con independencia de esta cuestión, Narciso Juliá y sus hombres de máxima confianza, como es el caso de Albert Valentín, secretario técnico, continúan peinando el mercado, buscando un central zurdo de garantías. La idea madre a este respecto es incorporar a un futbolistas polivalente, que pueda desempeñar tanto la función de central como de lateral izquierdo si fuera necesario.

De alguna manera, se trata de disponer en la plantilla de la versatilidad que ofrecía hasta la pasada campaña Diego Rico, que siendo por su natural un lateral zurdo de largo recorrido también tuvo la capacidad de ubicarse en el eje de la defensa a lo largo de varios encuentros, ya fuera por decisión técnica o por tener que hacer frente a alguna situación sobrevenida.Ignacio Camacho

La mejor noticia de la jornada para los intereses del Real Zaragoza en esta recta final de mercado la constituyó la más que probable salida del aragonés Ignacio Camacho, jugador del Málaga, al West Bromwich Albion, una operación de la que derivarían derechos de formación en favor del Zaragoza.

Si la transacción termina según está previsto, el Real Zaragoza ingresaría alrededor de 135.000 euros por dichos derechos, habida cuenta de que Camacho fue futbolista en formación en los equipos de la Ciudad Deportiva, hasta que lo fichó el Atlético de Madrid, siendo todavía jugador en edad cadete.

Abdullah ben Nasser Al Thani, presidente del club Málaga, confirmó en la tarde de ayer que el equipo británico está dispuesto a abonar la cláusula de rescisión del contrato de Camacho, fijada en 18 millones de euros. Ambas entidades se encontraban en la noche de ayer cerrando los últimos detalles la operación, a expensas de que hoy pueda hacerse oficial. Entre el club británico y el centrocampista español, que es hermano de Juanjo Camacho, capitán de la Sociedad Deportiva Huesca, hay total acuerdo.