Luis Milla regresa al lugar de su primer chasco como técnico

El capricho del calendario lleva al técnico aragonés al frente del Real Zaragoza hasta Lugo para ser rival de su exequipo en el estreno del nuevo curso en el Anxo Carro.

Luis Milla, hace siete meses en la banda del Anxo Carro de Lugo cuando ejercía de entrenador del club gallego antes de su traumática dimisión. El sábado volverá ahí, pero al frente del Real Zaragoza.
Luis Milla, hace siete meses en la banda del Anxo Carro de Lugo cuando ejercía de entrenador del club gallego antes de su traumática dimisión. El sábado volverá ahí, pero al frente del Real Zaragoza.
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Luis Milla afronta una semana diferente en su fuero interno. El próximo partido, el de Lugo (sábado, 21.00), no es un duelo cualquiera para él y sus colaboradores del cuerpo técnico. El capricho del sorteo del calendario deparó hace mes y medio que el Real Zaragoza viajase en su primera cita a domicilio hasta el estadio lucense, justamente el lugar donde Milla dio sus primeros pasos el año pasado como entrenador de un club profesional (tras casi un lustro de seleccionador en las categorías inferiores de España), una experiencia que no acabó bien para él. Milla abandonó el CD Lugo en febrero. Dimitió. Se marchó de súbito y por sorpresa harto de las interferencias e injerencias de los dirigentes del club gallego y rompió de este modo tan radical su primer año como preparador en Segunda División. Un momento muy traumático que impactó al fútbol español.


Zaragoza es su segunda estación. Su siguiente puesto de trabajo para intentar crecer hacia la Primera División. Y al frente del Real Zaragoza, Milla servirá de contrincante en la presentación oficial ante su público del CD Lugo en la nueva temporada. Aquel Lugo en el que, hace un año, él era el patrón del vestuario por estas fechas (recibió y empató a cero con el Real Zaragoza en octubre). Un Lugo que bajo su batuta cuajó una primera vuelta notable, tanto que alcanzó su récord de puntuación en su andadura en Segunda e hizo soñar a la afición y a los directivos rojiblancos en optar al ascenso a Primera. Un error de cálculo, un aumento exagerado de las expectativas que acabaría generando un ambiente nocivo en las tripas del club que concluyó con la destrucción del proyecto de Milla en su debut al frente del equipo lucense. 


Por eso, para Milla, este primer partido a domicilio es bien distinto a cualquier otro de los que afrontará en lo sucesivo con el timón del Real Zaragoza en sus manos. Si algún lugar era especial para viajar este año era Lugo. Y las bolas de la suerte designaron que fuese el primer choque lejos de La Romareda del nuevo curso. Caprichos del destino.


"Sobre todo, dignidad por tu profesión", explicaba Luis Milla cuando se le preguntaba en aquellas duras horas del mes de febrero por su dimisión fulminante. Lo había amagado antes tres veces, advirtiendo al presidente del Lugo, Tino Saqués, que se iba. A la cuarta, no hubo remedio ni marcha atrás. Paradojas de la vida, su adiós al Lugo fue a mitad de semana, justo cuando los gallegos iban a visitar al Real Zaragoza en La Romareda. Milla no vino a la capital aragonesa por cuatro días y aquí debutó, a toda prisa, el técnico del juvenil, José Antonio Durán, su sustituto interino que acabaría el curso a trancas y barrancas (ganó el Zaragoza 3-1).


A Milla, lo mismo que a sus colaboradores Luis Cembranos y Miguel Gandía, les esperan en Lugo unas horas cargadas de tensión extra. No solo por comparecer ante la que fue su afición en un estadio pequeño donde todo se oye, se ve y se siente. También por volver a reencontrarse con los generadores de su malestar, de su inaguantable situación personal como entrenador del Lugo: el citado Tino Saqués y la mayor parte del Consejo de Administración de la SAD lucense, que votó a favor de su desvinculación en el día de autos. No verá, eso sí, al director deportivo Toni Otero, con quien también vivió momentos de máxima tensión, que también acabó despedido del Lugo en junio por divergencias con la regencia del club. 


Así pues, este prematuro Lugo-Real Zaragoza de este año viene cargado de valores añadidos al margen de los puramente futbolísticos. La figura de Luis Milla y las de su cuerpo técnico, por su reciente y caliente pasado vivido contra su voluntad en el club lucense, acarrean inevitablemente un campo magnético extraordinario durante la estancia zaragocista en el Anxo Carro el próximo sábado (21.00).


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