Este año sí, dorsales y nombres legibles

Ante el Eibar, se estrenaron las camisetas serigrafiadas para esta temporada. Los números y letras del año pasado, indescifrables en la distancia, son ya historia.

A la izquierda, los números y letras elegidos para la actual temporada. A la derecha, los que portó el Real Zaragoza durante la pasada campaña.
A la izquierda, los números y letras elegidos para la actual temporada. A la derecha, los que portó el Real Zaragoza durante la pasada campaña.
Guillermo Mestre/Aránzazu Navarro

Los futbolistas del Real Zaragoza portaron este sábado ante el Eibar las camisetas que van a ser utilizadas ya en el inminente inicio de la temporada oficial, a partir del próximo fin de semana. En el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra se vieron, por primera vez, los nombres serigrafiados por encima de los números que cada jugador va a llevar este año. Y, como ya venía sucediendo en los anteriores amistosos de la pretemporada, donde solo se podía observar el tipo gráfico de los números elegidos, se pudo comprobar que la indumentaria del Real Zaragoza recupera la normalidad y, sobre todo, la utilidad que perdió durante toda la pasada campaña.


Esta vez, los números y las letras son legibles desde media y larga distancia. Su fin, lo cumplen a pies juntillas. Pertenecen a una tipología claramente distinguible, cerrada, gruesa y sin arabescos. Y, además, son ligeramente más grandes de cuerpo que los precedentes. Es todo lo contrario a lo que sucedió el año pasado, donde por cuestiones estéticas se decidió aplicar un tipo de números y letras abiertos, irregulares y con la suficiente originalidad como para acabar confundiendo en su visión alejada los cincos con los seises, los ochos con los nueves y así sucesivamente con las decenas y las veintenas por delante.


En las camisetas de este año, los números y letras identificativos de cada futbolista del Real Zaragoza van a ser nítidos y respetuosos con el aficionado, de aquí y de los demás campos de España. Igual en el uniforme blanco, que en el avispa de respeto. Falta por conocer cómo será la roja, aún nonata. Las críticas, durante la pasada temporada, fueron habituales allí por donde iba el equipo aragonés. Desde el tiro de vista de cualquier grada, por pequeño que fuese el estadio, los números y los nombres acababan convirtiéndose en manchas, en bolos ilegibles por su falta de definición gráfica. Este año, esa mácula se ha eliminado y, de nuevo, el dorso de las camisetas del Real Zaragoza responde a lo que el sentido común requiere: que los números sean útiles y no generen confusión o acaben ocultando en la indefinición desde los graderíos a los futbolistas del cuadro aragonés.


Este es uno de los asuntos en los que la Liga de Fútbol Profesional, tan metódica y meticulosa en tantos otros aspectos de la competición, aún no ha querido entrar con el paso de los años. En la UEFA y la FIFA, las camisetas de cada equipo deben ser revisadas previamente a cada competición y ser homologadas con determinados parámetros a cumplir. Si los números y las letras no se ven bien, no se permite jugar con ellas. La LFP, en España, deja vía libre a los equipos para que hagan lo que quieran al respecto. Por eso, se ha dado la curiosa circunstancia en las últimas campañas de que equipos rayados, como el Athletic de Bilbao o el Atlético de Madrid, jugaban en Europa con unas camisetas donde el número iba perfectamente encuadrado y visible y, simultáneamente, utilizaban en la liga española otras donde los dorsales se incrustaban en las rayas sin ningun marco y eran imposibles de discernir desde las tribunas o las pantallas de televisión.

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