Javi Ros se ha reincorporado con el resto del equipo en el primer entrenamiento de la quinta semana de pretemporada. El centrocampista navarro ha trabajado cuatro días a solas y al margen de la dinámica del grupo por prevención como consecuencia de un mal apoyo que sintió en la pierna derecha durante el partido del miércoles de la semana pasada, jugado en Teruel. Ros pidió el cambio antes del descanso -tras haber marcado el 0-1, un golazo de media distancia- porque las sensaciones que le transmitía su rodilla tras un gestó anómalo al pisar en el césped de Pinilla no eran las adecuadas. Un susto que, felizmente, no ha pasado de esa percepción.

El dinámico medio de Tudela, con el paso de las horas, ha vuelto a la normalidad y ya es, de nuevo, uno más del plantel. Luis Milla, por lo tanto, podrá contar con Javi Ros en lo sucesivo. En principio, este martes en el penúltimo amistoso del verano, ante el Ebro. Y, con más seguridad, el sábado ante el Eibar (club en el que jugó cedido el navarro una temporada) en el Memorial Carlos Lapetra. Ros es, sin duda, uno de los puntales de la línea medular que tiene in mente el nuevo entrenador zaragocista de cara al próximo e inminente nuevo curso deportivo.