Milla-Cabrera-club: la lucha entre lo conveniente y la necesidad

El técnico, como ya hizo hace dos semanas en Boltaña, tira del brazo del central uruguayo hacia dentro. La SAD sigue estudiando su venta.

Cabrera, en un lance del juego el pasado martes en el partido disputado en Teruel.
Milla-Cabrera-club: la lucha entre lo conveniente y la necesidad
Antonio García/Bykofoto

Leandro Cabrera es un curioso protagonista este verano en el seno del Real Zaragoza. El central uruguayo, que concluye contrato al final de esta temporada 2016-17, está puesto desde junio en el escaparate de ventas por parte de la SAD. Junto a Rico, son las dos piezas por las que el club zaragocista puede obtener un dinero extra en concepto de traspaso que cubra sus necesidades perentorias para avalar el techo salarial que le ha concedido la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Aunque en los despachos nobles de la entidad se están buscando alternativas o paliativos para evitar estas ventas, sendas maniobras siguen totalmente abiertas por si surge una oferta que resulte rentable.


Mientras tanto, Luis Milla, el nuevo entrenador del Real Zaragoza, va administrando paso a paso la revolución que está sufriendo la caseta blanquilla y, en ella, Cabrera es pieza clave. Veterano, experto, con todo aprendido, el charrúa se antoja imprescindible para el técnico en un año lleno de curvas en el camino, nada fácil en el inicio de la liga por venir de una metamorfosis extrema dentro del vestuario. Y en ese escenario, chocan los sentimientos y valoraciones de Milla y las necesidades societarias del Real Zaragoza.


La SAD tira de Cabrera hacia fuera, a la espera de consumar su transacción a otro equipo por un buen dinero que salve los números de los próximos 12 meses. Y, simultáneamente, Milla agarra con fuera a Cabrera del otro brazo intentando que el destino lo pueda dejar en el equipo por tercera temporada consecutiva. El preparador turolense ya se expresó con claridad en este sentido hace dos semanas en Boltaña, donde dejó claro que la marcha de Cabrera sería un quebranto importante para el sistema defensivo del equipo que se está armando. Y, en la rueda de prensa previa al amistoso ante el Alavés, que se juega en Vitoria este sábado a las 19.00, ha vuelto ha redundar en su posición.


"¿Que se vaya Cabrera? Ni me lo planteo. En los últimos días ni se ha hablado, ni a mí me ha dicho nadie nada. Yo hace 10 días que ni lo había comentado con nadie hasta esta pregunta. Y cuento con él", respondió Luis Milla cuando se le volvió a pedir el estado de la situación actualmente. Para Milla, Cabrera "ha de ser un hombre que nos asiente, que nos dé ese aspecto de experiencia que nos puede ayudar mucho".


A 25 días del cierre del mercado, esta es la singular realidad en el Real Zaragoza respecto del presente y el futuro de Cabrera. El uruguayo declaró a HERALDO DE ARAGÓN al inicio de la pretemporada en tierras pirenaicas que su cabeza está centrada en trabajar y jugar en el club aragonés y que todo esto no lo va a despistar. En el área deportiva, se evalúa como factor relevante el hecho de que Cabrera concluya contrato el próximo 30 de junio. En circunstancias normales, ahora sería el momento de ejecutar una ampliación del compromiso en el caso de que a todos les conviniera. De lo contrario, afrontar la liga con ese contrato abocado a su finiquito natural significa dos cosas: una, que el jugador abandonaría el Real Zaragoza dentro de 11 meses sin dejar un solo euro en las arcas de la sociedad; y la otra, que a partir del 1 de enero, la normativa del fútbol profesional le permitiría negociar y comprometerse por su cuenta con su nuevo club, con todos los efectos secundarios que este tipo de conductas provocan en los vestuarios cuando esto sucede.


Por todo este cóctel de detalles, según avanzan los días, el caso adquiere mayor temperatura al no tener un final definido de manera concreta. Esto ha sido solamente un capítulo más.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión