Cuando Juliá aleccionaba al adolescente Zapater

El actual director deportivo del Real Zaragoza fue la sombra del jugador ejeano en Boltaña en 2007. Juliá era el segundo de Víctor Fernández.

Narciso Juliá, entonces segundo entrenador del Real Zaragoza con Víctor Fernández, y un joven Alberto Zapater charlan bajo la lluvia de una tormenta de verano en el campo de Boltaña, en la pretemporada de 2007.
Cuando Juliá aleccionaba al adolescente Zapater
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En los veranos de 2006 y 2007, Narciso Juliá, actual director deportivo del Real Zaragoza, fue la sombra de Alberto Zapater durante las estancias de pretemporada del equipo en Boltaña. Juliá era entonces el segundo de Víctor Fernández, la mano derecha del entrenador aragonés. Y el futbolista de Ejea, poco a poco cuajado ya en la primera plantilla tras su prematuro debut en 2004 con el otro Víctor, Muñoz, fue objeto de especial dedicación en muchos entrenamientos y momentos de aquel 'stage' por parte de Juliá. Eran tiempos de estrellas en la plantilla, donde la presencia de Zapater en el once inicial corría peligro serio y en la que había que hilar fino para mantener enhiesta la moral de la tropa, también de manera particularizada.


Las charlas de Juliá con Zapater fueron muchas, tanto en en terreno táctico como en el personal. El jugador cincovillés, además, en el verano de 2007, sufrió en Boltaña un episodio de molestias físicas que generó cierta preocupación en el seno del cuerpo técnico y médico. Por eso, es fácil encontrar bastantes imágenes de Juliá y Zapater dialogando dentro y fuera del campo en aquellos días, hace nueve años, en la localidad sobrarbense.


Casi una década después, Juliá tiene muchas más canas, se ha encontrado algún kilo de peso por el camino y ha cambiado su rango en el club. Ahora es el director deportivo que, entre otras muchas operaciones ya cerradas, ha hecho posible que Alberto Zapater haya regresado como futbolista al Real Zaragoza. Un Zapater también cambiado, sin la faz de crío que tenía por aquel entonces, madurado y acerado fruto de la dureza de las lesiones que lo han azotado en el último trienio en el Lokomotiv de Moscú. Este 'flash-back' hasta 2007 muestra que la relación entre Juliá y Zapater no es, ni mucho menos, algo que haya surgido en estas últimas semanas a consecuencia del negociado retorno del ejeano al Real Zaragoza. La sintonía viene de largo. El ejecutivo y técnico gerundense conoce de sobras al futbolista aragonés, sobre todo desde ese crucial prisma de maestro-pupilo que mantuvieron durante aquellas casi dos campañas en las que coincidieron en el vestuario blanquillo, uno como segundo entrenador, otro como emergente jugador profesional.


Juliá no va a estar en Boltaña durante los nueve días que va a durar este año la pretemporada en su fase pirenaica. Está previsto que, salvo cuestión excepcional, solo acompañe al equipo durante el próximo fin de semana, sábado 23 y domingo 24. Son muchas las negociaciones que tiene abiertas para ir cerrando paso a paso la cara del nuevo equipo, que debe andar todavía por la mitad de la tarea. Pero, en esas horas en las que Juliá esté presente en el Hotel Monasterio y en el campo de Villaboya, el catalán y Zapater rememorarán tiempos importantes en el crecimiento del ejeano como jugador de fútbol. Estos dos son dos caminos que han vuelto a juntarse después de un tiempo de alejamiento natural por motivos profesionales.

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