"Creo que vamos a ver un Zaragoza atractivo"

Ante la decisión del club de que el equipo trabaje siempre a puerta cerrada, Ros ha sido preguntado por las ideas tácticas de Milla en los primeros días de trabajo.

Luis Milla explica a la plantilla las líneas maestras del entrenamiento al inicio de la sesión.
Luis Milla explica a la plantilla las líneas maestras del entrenamiento al inicio de la sesión.
Oliver Duch

Lo nunca visto. En el tercer día de entrenamientos tras el arranque de la nueva pretemporada, ha sido necesario preguntarle al primer jugador que ha atendido a los medios de comunicación sobre el boceto táctico que el nuevo entrenador, Luis Milla, ha comenzado a explicar al renovado equipo blanquillo. La decisión del club de ocultar el trabajo de la plantilla desde el primer día, llevando sus ensayos al grado extremo de la puerta cerrada diaria -con la inservible excepción de los primeros 15 minutos en los que apenas se ejecutan ejercicios de calentamiento- va a impedir conocer cualquier detalle de los que la afición valora saber en este periodo estival cuando un nuevo curso nace y llegan los nuevos refuerzos, mucho más cuando el cuerpo técnico está recién aterrizado.


En esta situación atípica del equipo zaragocista, Javi Ros ha dejado una brevísima pincelada de lo que antes, tradicionalmente, observaba y emitía la prensa y que ahora, por el método Juliá-Valentín, responsables del área deportiva de la entidad, ha pasado a ser secreto de sumario desde el minuto uno del día a día en el Real Zaragoza. "Milla es un entrenador que, como sabéis, le gusta tener el dominio del balón. Sus indicaciones van un poco por ahí. También con el hecho de presionar y correr", ha descrito en apenas cuatro segundos en centrocampista navarro.


No ha querido ir más allá. Para él, como para los demás, entrar en este territorio puede acabar llevándolos a pisar un charco del que luego tengan que dar cuenta en el ámbito interno. Así que, con una sola frase más, el navarro ha respondido a la pregunta de cómo están siendo las primeras horas con Milla al frente de la estrategia técnico-táctica del nuevo equipo zaragocista. "Yo creo que vamos a ver un Zaragoza que va a ser atractivo", ha apostillado para zanjar de cuajo la cuestión.


Y esto es todo. Un acto de fe para la afición. El trabajo de pretemporada del Real Zaragoza 2016-17 es un ejercicio de clausura. De recogimiento. De ascetismo. Parece ser que los nueve días en Boltaña (Huesca), desde el lunes 18 al martes 26 y donde se incidirá básicamente en la carga de fondo físico, van a ser la excepción. El resto del tiempo, cualquier aspecto relativo al perfil futbolístico del nuevo equipo que la afición verá en La Romareda durante 10 meses, tanto en lo colectivo como en lo referente a los nuevos fichajes, no se conocerá cotidianamente como siempre fue. Es secreto de sumario para los nuevos rectores. Algo de consumo interno sin más ventanas que las de los partidos.


Así, obviamente, adquieren gran importancia todos los choques de pretemporada de cara a la masa de seguidores zaragocistas. Ver desenvolverse a los nuevos fichajes ante el Boltaña o el Almudévar en los dos primeros bolos veraniegos, los proximos días 22 y 26, es ahora mismo un hecho extraordinario y muy a tener en cuenta. Más que nunca. Y así sucesivamente en el resto de amistosos hasta que la liga empiece. Salvo cambio de planes en lo referente a la apertura hacia el exterior del equipo, no habrá otra alternativa para intuir cuál va a ser el rostro del Real Zaragoza del año venidero. Esto y lo que los jugadores, como Javi Ros este jueves, vayan destilando en pequeñas píldoras.

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