Morán: "Debemos salir al campo no tan presionados"

Erik Morán ha sido el portavoz del vestuario este miércoles. Escueto y serio, como siempre, el vasco ha dejado pinceladas certeras sobre las características del partido que la plantilla del Real Zaragoza está ya preparando para concluir la liga, el decisivo ante el descendido Llagostera, en su pequeño campo realquilado de Palamós, y en el que los aragoneses partirán con la obligación innegociable de ganar para asegurarse la 4º posición final en la tabla y, así, además de evitar el peligro de quedarse fuera de la pelea por el ascenso a Primera, allanar lo más posible el camino a transitar en los 'play off' finales.

Morán advierte de un partido desigual en el planteamiento mental por parte de los dos equipos. Un Llagostera sin aspiración alguna frente a un Real Zaragoza totalmente obligado a salir victorioso. "Es su último partido en su estadio y querrán terminar ganando. Eso seguro. En este tipo de partidos, el rival siempre juega sin ninguna presión. Una presión que, al final, solo la tienes tú, que eres el que tiene que ganar. Ellos estarán más tranquilos y esa presión será nuestra", avisa el centrocampista vizcaíno.

Los antecedentes ponen en máxima alerta a los jugadores de Carreras. No supieron ganar ninguno de los tres últimos partidos a domicilio que, como sucederá el sábado en Palamós, se jugaron ante equipos de la zona baja de la tabla y en campos pequeños de las hechuras del de la Costa Brava que aguarda esta auténtica final para los zaragocistas. Morán, como sus compañeros, han analizado con el cuerpo técnico en los últimos días los errores que cometieron en esos lances para buscar rectificación. Y, acudiendo al último choque, el del domingo pasado ante el Oviedo en La Romareda, han encontrado asimismo la base de los males que han deteriorado la clasificación y las aspiraciones de ascenso directo del Zaragoza en el nefasto mes de mayo. "En los primeros 15 minutos tuvimos muchos fallos y, además, muy cerca de nuestra portería. Creo que debemos salir al campo un poco más tranquilos, un poco más relajados. No podemos salir tan presionados", reconoce Morán.

Carreras está intentando hacer prevalecer en el cerebro de sus jugadores los buenos momentos que han dejado sobre el campo en los días de decepción postrera. No todo fue malo pese al chasco final en El Alcoraz, en Los Pajaritos, en La Romareda ante el Nádtic... Morán ya lo tiene asumido y así lo traslada: "En la primera parte en Huesca, hicimos un buen partido. El día del Numancia, hasta que nos quedamos con 10, también hicimos un buen juego. Frente al Nástic, yo creo que desarrollamos un buen partido igualmente. Tenemos que ser capaces de seguir haciendo ese buen juego, pero durante todo el partido", argumenta el jugador de Portugalete.

Morán, en un gesto de sinceridad y autocrítica, ha reconocido su bajón estrepitoso en el rendimiento individual en los últimos partidos, un bache que no es el primero que sufre a lo largo de la temporada. "Creo que ante el Oviedo hice un partido bastante malo, por no decir muy malo. Ganamos, pero yo salí muy descontento con mi actuación, muy mal. Antes de la lesión que tuve (en Tenerife), también estuve bastante mal varios partidos. Y ahora me ha vuelto a pasar. Tengo que intentar coger de nuevo el nivel de antes", indica con franqueza el '19' zaragocista.

Por último, el vasco hace referencia a la constante amenaza que pende sobre varios jugadores del Real Zaragoza desde hace varios partidos: la sanción por acumulación de cinco tarjetas amarillas. Morán es uno de los que va a jugar en Palamós en esas circunstancias (junto con otros cinco posibles titulares, Cabrera, Isaac, Ángel, Hinestroza y Diamanka). Por lo tanto, con el peligro de perderse el primer partido del pretendido 'play off' posterior en caso de ser amonestado por el árbitro salmantino Valdés Aller. "En días así, sí que sales pensando al campo en eso. Y más cuando estamos unos cuantos en esa situación. Habrá que tenerlo en cuenta y llevarlo durante el partido en la cabeza", admite el pivote zaragocista sin rodeos.