Lluís Carreras ha puesto las cosas en su sitio tras una extraña semana en el seno del Real Zaragoza. A 48 horas del decisivo partido frente al Nástic de Tarragona en La Romareda, el entrenador del Real Zaragoza ha descrito el estado de ánimo que reina en la caseta y que anuncia alta implicación y casta en la disputa de los tres puntos frente al rival catalán en la matinal del domingo (12.00). "El equipo sigue enrabietado. Ha sido una semana dura, difícil. No hemos podido dejar de pensar en lo que pudo haber sido y no fue en el partido de Soria. Nos tomamos el empate como si hubiese sido una derrota. Yo espero que sigamos manteniendo esa llama de la rabia contenida y que la podamos trasladar al terreno de juego", ha expuesto el técnico barcelonés.

Carreras admite que, llegados a este punto, a solo 17 días para el final de la liga regular, se han acabado los resquicios para asimilar o justificar cualquier traspié para el Real Zaragoza. "No tenemos ya margen de error. Hace poco hicimos un tres de tres (tres victorias consecutivas), ahora nos toca hacer cuatro de cuatro. Sé que el ambiente que se prepara es excelente, que el campo estará prácticamente lleno. La gente tiene muchas ganas de apoyar al equipo y entre todos tenemos capacidad para lograr esa serie de triunfos", asume y sugiere el entrenador zaragocista.

Para Carreras, esta vertiginosa recta final del torneo tiene, por encima de todos los implicados, al Real Zaragoza como principal protagonista en la disputa del ascenso. Así lo razona: "El Real Zaragoza creo que es el equipo que más presión tiene, más que el Leganés, más que el Alavés, más que cualquier otro de la categoría... por lo que es es club. Desde el principio tenemos que ir a por todas".