Incertidumbre por el alcance de la lesión de Ángel

El delantero del Real Zaragoza fue suplido en Soria tras sufrir un pinchazo en un muslo. Solo si se tratase de una sobrecarga se evitaría su baja en el final de la liga

Ángel, en el momento de empujar a gol la jugada en la que, a pase de Rubén, el Real Zaragoza se adelantó con el 0-1 el sábado en el campo del Numancia.
Incertidumbre por el alcance de la lesión de Ángel
Luis Ángel Tejedor

Ángel Rodríguez tiene en el aire a Carreras, al cuerpo médico y a sus compañeros de vestuario. El delantero canario, mejor goleador del equipo con 10 tantos en estos momentos, tuvo que ser sustituido en Soria al sufrir un pinchazo en la parte posterior del muslo derecho que le impidió seguir sobre el terreno de juego. Enseguida, Ángel se sentó en la hierba de Los Pajaritos y pidió el relevo por Dongou. Era el minuto 61. Desde ese momento, todo el mundo está pendiente del alcance real de la dolencia que sufre el punta de referencia de la actual plantilla del Real Zaragoza. Un daño muscular, por leve que pudiera ser la rotura de fibras, acarrearía irremediablemente la baja del tinerfeño en los últimos cuatro partidos de la liga regular.


Los tres primeros, los más inmediatos, se van a jugar en el reducido espacio temporal de siete días. Un pim, pam, pum súbito, sin tiempo ni lugar para la recuperación. El domingo que viene en casa ante el Nástic de Tarragona, el siguiente jueves -cuatro días más tarde- en Huesca y, 72 horas más tarde, el domingo 29, de nuevo en La Romareda ante el Oviedo. El último, será el Palamós ante el Llagostera una semana más tarde. Ahora, cuando la liga se acaba y el calendario propuesto por la LFP reúne los partidos decisivos en un breve puñado de días, una lesión resulta fatal para cualquier jugador o equipo.


Ángel salió disgustado de Los Pajaritos, mitad por el marcador final y el perjuicio manifiesto del arbitraje de López Amaya, mitad por su dolor en la parte trasera del muslo dañado. "Se me han subido los isquiotibiales, no he podido seguir más. Tenía bastantes calambres y no podía correr. No estaba en disposición de terminar el partido y por eso he pedido el cambio", explicó en caliente, antes de subir al autocar de vuelta a Zaragoza. El '9' zaragocista advertía del momento clave para discernir cuál es la importancia de su problema muscular: "Esperemos a ver las pruebas para saber lo que pasa". 


En las próximas horas, en cuanto el túnel de resonancias del Hospital Quirón tenga un hueco a disposición de la solicitud de los médicos del Real Zaragoza, Ángel será examinado radiológicamente. De lo que ahí se averigüe surgirá el diagnóstico más esperado de las últimas semanas. Ángel es pieza clave en el armazón táctico de Carreras. Viene la hora de la verdad, cuatro partidos decisivos donde el Zaragoza ha de ganar imperiosamente y los goles van a ser oro molido. Y perder al más acreditado artillero de la actual plantilla sería un aspecto enormemente dañino para el equipo


Solo si los resultados de la resonancia dictaminan la lesión más leve posible, que sería una sobrecarga muscular a causa de la fatiga del esfuerzo, Ángel estaría en condiciones de estar a tiempo ante el Nástic el próximo domingo y, por consiguiente, en los partidos sucesivos. En este diagnóstico se confía. Por el contrario, de aparecer la más mínima microrrotura fibrilar, Ángel quedará descartado para las próximas -al menos- dos semanas y todo el peso del ataque zaragocista recaerá en Dongou y el casi inédito Ortí.

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