Las opciones de lograr el ascenso directo se le han complicado sobremanera al Real Zaragoza. El Alavés, que como 2º clasificado viene marcando la cota a alcanzar para hacer realidad esa aspiración desde hace dos meses, ha ganado su partido en Alcorcón por 0-1 y, aprovechando el tropiezo de los aragoneses el sábado en Soria, donde solo obtuvieron un empate como consecuencia del grave perjuicio arbitral del andaluz López Amaya, dispara su distancia hasta los cinco puntos de ventaja cuando solo restan por jugarse 12. De este modo, los vascos tienen dos partidos de colchón sobre los zaragocistas en un momento de la competición en el que ya solo faltan cuatro jornadas.

Se trata de la peor de las noticias posibles que podían darse en el tramo dominical de esta 38ª jornada liguera de la Segunda División. El Alavés se ha visto favorecido por un grave error, grosero y extraño, del defensor alcorconense Djené en la primera jugada del segundo tiempo. En un balón sin ningún peligro ni riesgo, el africano pareció tener un traspié cuya continuación ha sido entregar la pelota a placer para que Dani Pacheco -exjugador del Alcorcón- se metiera en el área solo y batiese a Dmitrovic. Precisamente, el portero serbio protagonizó hace 15 días un episodio similar al inicio del partido ante el Osasuna, también en el estadio de Santo Domingo de la localidad madrileña, al golpear al aire un pase atrás del propio Djené que acabó en las redes amarillas y dio el triunfo, también por 0-1, a los navarros, asimismo rivales por el ascenso del Real Zaragoza en el pelotón de cabeza.

El Alavés se va a los 65 puntos, igualado con el Leganés. Ambos abren brecha y parecen tener pie y medio en Primera División como inquilinos de la 1ª y la 2ª plaza de la clasificación. El 3º es el Nástic de Tarragona, con 61, y el Real Zaragoza es 4º con 60. Completan los puestos de promoción el Oviedo, 5º clasificado con 59 puntos, y el Osasuna, 6º con 58 tras no poder pasar del empate a cero en San Mamés ante el colista, el Bilbao Athletic.

Tras esta jornada, las aspiraciones zaragocistas van a sufrir, inevitablemente, un serio recorte. La combinatoria reduce a pasos agigantados las probabilidades de terminar en los dos primeros puestos. De entrada, el Real Zaragoza queda en la obligación de ganar sus cuatro partidos restantes, sin excepción alguna. Y, como mínimo, necesita que Leganés o Alavés pierdan uno de los cuatro y, al menos, empaten otro. Todavía las matemáticas dejan un margen a la ilusión. Pero la realidad futbolística minimiza los números a través de las sensaciones, que no son las mejores.