El árbitro y la falta de acierto ante el gol aguan la fiesta

El Real Zaragoza desaprovecha un 0-2 a favor mediatizado por la injusta expulsión de Dorca en el minuto 37 y sus fallos ante la portería del Numancia.

Lanzarote encara a un rival frente al Numancia en Los Pajaritos
Lanzarote encara a un rival frente al Numancia en Los Pajaritos
LFP

El Real Zaragoza tuvo la victoria en la mano y la dejó escapar a falta de solo cuatro minutos. El equipo aragonés debió ganar al Numancia en un partido que encaró perfectamente con un 0-2 favorable pero que se torció de mala manera cuando el árbitro, el andaluz López Amaya, decidió expulsar a Dorca en la primera mitad por doble amarilla, dos amonestaciones rigurosas que sonaron a tremenda injusticia y a decisión crucial para el devenir del duelo en lo sucesivo. Aun en inferioridad numérica, el equipo blanquillo dispuso de las suficientes ocasiones ante la portería local como para haber decantado el necesario triunfo de su lado.


Sensación agridulce dejó la primera parte. Dulce, por el triunfo parcial del Real Zaragoza por 1-2, tras los dos golazos de Ángel y Lanzarote logrados en apenas dos minutos (del 19 al 21) y la sensación de superioridad del cuadro aragonés en el global de la trama del envite. Agrio porque, también en un corto tramo de siete minutos, el cuadro aragonés encajó el tanto del Numancia en una falta del perenne Julio Álvarez y se quedó en inferioridad al ver Dorca dos amarillas más que discutibles que el siempre meticuloso –con el equipo aragonés- López Amaya mostró al catalán, la segunda por una mano que tal vez ni siquiera fue tal.


Pudo y debió matar el partido el bloque de Carreras antes del descanso. Además de sus dos tantos, los blanquillos desaprovecharon hasta tres claras llegadas a la portería de Munir, las tres culminadas sin éxito por Ángel, que le ganó la espalda a los lentos centrales locales, Regalón y Callens, tantas veces como fue asistido en condiciones por los centrocampistas. Faltó esa pizca de tino, de fortuna, para haber reventado el marcador sin remedio para los numantinos. Sin embargo, tras el 1-2 de Álvarez, fruto de una falta cometida por Dorca en el único error defensivo aragonés, y sobre todo esa roja que vio el gerundense a ocho minutos para el intermedio, dejó abierta la puerta a cualquier tipo de remontada de los castellanos.


Planteó bien Carreras el partido. Con Rubén como defensa de cierre en el puesto que dejaba vacante el sancionado Guitián. Y con Ángel, rápido y escurridizo desde la línea de tres cuartos, sabedor de que iban a ser varias las oportunidades en las que el canario pudiera plantarse ante el marco rival en franquicia. En la media, Morán estuvo vivo. Ros muy activado, con su habitual largo recorrido. Bien apoyados por un excelente Lanzarote, que corrió más kilómetros que nunca de atrás a delante. Tal vez se echó en falta más veneno en la banda zurda, donde Hinestroza estuvo lento, espeso, y Rico no ayudó demasiado ofensivamente.


El 0-1 vino tras una sorprendente jugada de Rubén, central metido a asistente en el área rival, con un control excepcional tras una falta y un pase a placer para que Ángel empujase a gol sin oposición. Aún no se había levantado de la lona el Numancia, muy desorientado en la primera media hora, cuando Lanzarote hizo otra obra de arte de su marca personal. Agarró un chut flotante, en vaselina, desde la frontal del área tras un balón muerto de la zaga soriana, que superó por alto al marroquí Munir. Por momentos, aquelló sonó a música celestial para el mayoritario público aragonés del graderío de Los Pajaritos. Pero el Numancia nunca decae. Siempre lucha hasta el final, como se empezó a recordar cuando Julio Álvarez anotó, con la fortuna de que el balón golpease en la barrera, el 1-2 en una falta que era un penalti con barrera: en La Romareda, en la primera vuelta, este mismo Numancia ya había levantado un 2-0 adverso para dejar al Zaragoza con la miel en los labios y sin victoria final (aquello acabó 2-2 en diciembre).


El descanso sirvió de tregua para el Zaragoza. Quién se lo iba a decir 25 minutos antes. La expulsión de Dorca le hizo daño. El Numancia se creyó vivo y Callens estuvo en un tris de hacer el empate a la salida de uno de los córner de Álvarez, siempre llenos de picardía. Hacía falta un tiempo muerto y el minuto 45 lo supuso, afortunadamente para Carreras y los suyos. Era momento de replantearse el futuro de la segunda mitad.


Carreras, aquí, tal vez se confundió. Jugó a amarrar. A defender a ultranza esa mínima ventaja. Y era mucho tiempo el que quedaba por delante. Montó dos líneas defensivas de cuatro hombres delante del área, muy juntas, y apenas salió a la contra con Ángel desabastecido. El Numancia comenzó enseguida su monólogo, su ataque constante sobre la puerta de Herrera. Lanzó infinidad de córner, provocó decenas de llegadas por las bandas. Por fortuna para los zaragocistas, no tuvieron precisión los castellanos en los momentos de la verdad.


Tanto es así, que la primera gran ocasión de la segunda mitad fue zaragocista. Lanzarote se quedó solo ante Munir en un pase largo de Ros. Superó al portero local pero se quedó muy escorado en el área y su chut final se fue al lateral de la red, con muy poco ángulo ya. Era el minuto 17. El Numancia prosiguió con su labor de acorralamiento a los aragoneses, que perdieron a Ángel tras sufrir un pinchazo en un muslo. Antes, Carreras había relevado al impreciso Hinestroza por Culio en busca de mayor control, cosa que apenas logró. Arrasate, el técnico local, jugó a la desesperada. Quitó un central, Regalón, y metió un segundo delantero centro, Aquino. Éste gozó de la primera gran oportunidad de empatar, pero su cabezazo picado lo paró en una gran intervención el portero zaragocista.


Quedaban 20 minutos y aquello era una odisea. Del asedio surgió el lamentable 2-2. Fue un disparo duro de Íñigo Pérez desde fuera del área que Manu Herrera no logró atajar ni rechazar. Estaba cantado hacía rato. Faltaban solo cuatro minutos para el 90. La victoria se esfumaba. Con un jugador menos, el Zaragoza lo intentó con sus últimas fuerzas de flaqueza. Dongou gozó de la primera opción, en un balón al área que no logró rematar, tal vez porque Callens le hizo penalti. El camerunés lo protestó, pero López Amaya no estaba en esa onda. Ya en tiempo de aumento, en el 92, Culio dispuso de otro contragolpe con aroma de gol. Entró hasta el área pequeña pero su disparo a quemarropa fue un suave pase a las manos del portero numantino. Y ya en el 95, sería Diamanka el que forzaría, con un duro chut desde la corona del área tras jugada de Isaac, una parada de Munir por encima del larguero.


El Real Zaragoza se marchó a la caseta cabizbajo. Como en la primera vuelta, el Numancia le había remontado dos goles para acabar empatando un partido extraño, que empezó muy bien y acabó en disgusto. Esta vez, cabe achacar las máculas a la falta de gol del equipo de Carreras y, sobre todo, a la perniciosa decisión de López Amaya, un árbitro con el que el Real Zaragoza siempre se siente perjudicado, de expulsar demasiado gratuitamente a Dorca y tener que jugar así más de medio partido en franca inferioridad.


Al equipo aragonés se le agotó de este modo el margen de error en esta recta final de la liga. Una victoria era aspirar a todo con fortaleza. El empate final se queda corto. Quien sabe si significa la ruptura total de las aspiraciones del ascenso directo, cosa que se sabrá al finalizar la jornada el domingo por la noche. Ahora, las victorias en los últimos cuatro partidos que falta, ante Nástic, Huesca, Oviedo y Llagostera, se hacen imperiosas e innegociables.


Ficha Técnica


CD Numancia: Munir; Medina, Regalón (Aquino, 64), Callens, Luis Valcarce; Íñigo Pérez, Gaztañaga (Vicente, 76); Nacho, Julio Álvarez, Concha (Marc Mateu, 76); y Dalmau.


Real Zaragoza: Manu Herrera; Isaac, Rubén, Cabrera, Rico; Morán, Javi Ros (Diamanka, 88), Dorca; Lanzarote, Hinestroza (Culio, 55); y Ángel (Dongou, 61).


Árbitro: López Amaya (Comité Andaluz). Expulsó a Dorca por doble amonestación (29 y 37). Amonestó a Cabrera (15), Íñigo Pérez (19), Julio Álvarez (41), Luis Valcarce (70), Lanzarote (80), Nacho (81). El colegiado también expulsó al técnico visitante Lluís Carreras


Goles: 0-1, min. 19: Ángel. 0-2, min. 21: Lanzarote. 1-2, min. 30: Julio Álvarez. 2-2, min. 86: Íñigo Pérez.


Incidencias: Prácticamente lleno en los graderíos del estadio de Los Pajaritos. De los 9.000 asientos de su aforo, alrededor de 6.000 estuvieron ocupados por seguidores del Real Zaragoza llegados de todos puntos de Aragón. El césped presentaba un buen aspecto. La tarde, nublada pero agradable, con 14 grados. Asistió al partido el exdirector deportivo del cuadro zaragocista, Ángel Martín González. También el alcalde de Zaragoza, Pedro Santiesteve.

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