"Chicos bien, moral alta"

La frase de Kubala, mítico seleccionador de España entre 1969 y 1980, se ajusta al estado del Real Zaragoza ante el momento de la verdad

La plantilla del Real Zaragoza, al inicio del entrenamiento de este sábado en La Romareda.
La plantilla del Real Zaragoza, al inicio del entrenamiento de este sábado en La Romareda.
Paco Giménez

Ladislao Kubala, un emblema como jugador y, a su retirada, mítico seleccionador de España durante 12 años (entre 1969 y 1980), acuñó una frase, un latiguillo que durante ese periodo era esperado en todas sus comparecencias ante los medios de comunicación: "Chicos bien, moral alta", decía el hispano-checo-húngaro siempre ante cada partido crucial, con su castellano con deje eslavo, ante cada cita relevante en la que la selección -entonces imposible de llamar La Roja- se jugaba cuestiones de alto rango. Esa doble idea, espetada en dos golpes de voz, viene como anillo al dedo para definir cuál es el estado anímico del vestuario del Real Zaragoza ante los ocho últimos partidos de esta igualadísima liga de Segunda División, el primero de los cuales llega este domingo a las 19.15 en La Romareda ante el Alcorcón.


Lluís Carreras, exbarcelonista como Kubala, probablemente nunca la dirá tal cual. Y, si lo hace, jamás podrá acercarse al tono exacto con el que Kubala martilleó a la España en la década de los setenta en los telediarios, partes radiofónicos y el resto del reducido repertorio de espacios informativos deportivos de aquella época. Pero, a buen seguro, tiene los mismos fundamentos que tuvo Kubala para exponerla en público con objeto de dibujar el estado de esperanza y fe que se respira en la caseta zaragocista tras los dos triunfos consecutivos obrados ante Mallorca y Valladolid que, mezclados con los resultados de los demás rivales en la pugna por el ascenso que se han sucedido en los últimos 14 días, tienen al Real Zaragoza con la sensación de que, tras muchos altibajos y dudas en los ocho meses previos, es posible volver a Primera División por la vía rápida dentro de seis semanas.


Esta mañana, en una calurosa y soleada Romareda, toda la plantilla ha trabajado al unísono sintiendo cierto viento de cola. Favorable, por lo tanto. Todos. Nadie falta. Los tocados Ángel, Culio, Morán, Bono. El, poco a poco rehabilitado, Cabrera. El sancionado, irremediablemente, Pedro. El, probablemente, titular por primera vez en casa Dongou... Ninguno quiere fallar en el momento de la verdad. Lluís Carreras y todo el cuerpo técnico respiran un medio ambiente propicio que han de saber refrendar con la suma de tres puntos en cada partido de los que restan para la finalización del torneo. La encomienda, sabiéndose complicada y sin un sustento estadístico adecuado en las 34 jornadas que ya han transcurrido por tanto como se ha fallado, se observa sin embargo alcanzable en estos momentos. ¿Por qué ahora sí y hasta hace dos semanas no? Porque hoy, sumando vibraciones e 'inputs' positivos recibidos en los dos últimos choques disputados, "chicos bien, moral alta".


Si, además, la afición, desde las tribunas, tira de las riendas desde el exterior y genera el envoltorio que este tipo de partidos con aroma de final, la idea de Kubala aumentará exponencialmente su efecto entre el equipo humano del Real Zaragoza.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión