El césped del estadio José Zorrilla de Valladolid está muy encharcado como consecuencia de la fuerte lluvia que ha caído sobre la capital vallisoletana desde primeras horas de la pasada madrugada y que no ha cesado en ningún momento, aunque desde las 12.00 parece que amaina ligeramente y ya no es tan pertinaz.

Los auxiliares del Real Zaragoza han acudido, como es costumbre, a preparar el vestuario zaragocista a las 11.00 y se han encontrado con un terreno de juego que, en esos momentos de la mañana, estaría difícilmente practicable para la disputa del partido entre el Real Valladolid y el cuadro aragonés. La acumulación de agua y los charcos son de gran consideración en la mayor parte de la extensión del terreno de juego, en especial en una de las bandas.

No obstante, la tardía hora del choque liguero, que está programado para las 20.15 (el último de la jornada sabatina cronológicamente) y el hecho de que la predicción meteorológica anuncie que la lluvia va a ir a menos progresivamente durante el día, hace prever que no habrá dificultades extremas que pongan en peligro la disputa del partido. Los operarios del Valladolid tampoco han llevado a cabo durante la mañana ningún trabajo específico para achicar el agua, a expensas de que el tiempo mejore y se acerque más la hora del inicio del partido.

Lo que sí es seguro, con estos antecedentes, es que el partido se va a dirimir en un campo muy mojado, problablemente con zonas embarradas. Uno de esos imponderables del fútbol que, esta vez, va a tocarle sufrir al Real Zaragoza en el crucial partido de esta 34ª jornada que disputa en el campo del Valladolid.