Cordero, solo un mes después

Adrián Cordero Vega, del Comité Cántabro, árbitro debutante este año en Segunda División, va a dirigir su segundo partido oficial al Real Zaragoza en apenas un mes. Tardó siete meses en ser designado para juzgar un choque liguero de los zaragocistas pero, en apenas 34 días, va a repetir experiencia. El estreno lo tuvo en La Romareda, en el reciente Real Zaragoza-Albacete Balompié de la 29ª jornada que ganaron los aragoneses de forma agónica en el minuto 93 con aquel recordado gol en propia puerta del central manchego Pulido. El próximo sábado, este santanderino de 32 años, tendrá en su encomienda al Zaragoza en papel de visitante, en el complicado estadio José Zorrilla de Valladolid (20.15).

Cordero lo hizo bien en su presentación en La Romareda. El del Albacete fue un partido plácido, sin demasiadas complicaciones, que el emergente colegiado manejó con sortura y buen tino. Durante el juego, solo amonestó a Dorca y a los visitantes Córcoles, Ortiz, Núñez y Jara. Tras la consecución del 1-0 final del Real Zaragoza, se vio obligado a mostrar la tarjeta amarilla a Sergio Gil, que celebró el tanto como si fuese suyo quitándose la camiseta tras la portería en medio del alborozo (está castigada por el reglamento esa acción) y también al albaceteño Ramos, desesperado por la derrota.

El Real Zaragoza, tanto este sábado como en los demás duelos que restan para la conclusión de la liga (ocho), está abocado a estar muy pendiente de la figura arbitral dada la masiva aglomeración de futbolistas que se encuentran en la antesala del castigo por acumulación de cinco amonestaciones. En el pasado partido ante el Mallorca, Lluís Carreras llegó a alinear hasta seis jugadores al borde de la sanción, con cuatro amarillas: Rico, Guitián, Abraham, Dorca, Culio y Lanzarote. Además, también Diamanka está en tales circunstancias. Y, en el vagón inmediatamente anterior, con tres tarjetas, se hallan otros habituales como Ángel, Hinestroza, Vallejo, Morán, Pedro y Cabrera.

En cada uno de los choques que acometa el Zaragoza de aquí a junio, cada vez que el árbitro de turno se eche mano a sus bolsillos y prenda una cartulina amarilla, temblarán los planes tácticos de Carreras para el próximo o los inminentes partidos posteriores, todos ellos decisivos para consumar en junio el pretendido ascenso a Primera División. En Valladolid, el sujeto es el emergente Adrián Cordero Vega. Este colegiado ha dirigido hasta ahora 16 partidos, con 10 victorias locales, un empate, y cinco triunfos visitantes.

En sus últimas tres actuaciones, Cordero ha bajado notablemente su flujo de tarjetas mostradas. En el Tenerife-Lugo (1-0) del pasado domingo, solo enseñó dos, una por bando. En el Bilbao Athletic-Nástic de Tarragona (0-4) de la semana anterior, solo sacó una amarilla a los catalanes. Por el contrario, en la primera fase de la temporada, su facilidad para echar mano de las cartulinas llegó a llamar la atención. Por encima de todos destaca el partido más complicado que le ha tocado administrar, el Mallorca-Bilbao Athletic (2-3), en el que expulsó a dos jugadores baleares, Yuste y Wellenreuther en Son Moix, sin temblarle el pulso por el fuerte ambiente que había en las gradas del estadio bermellón. Hasta el último mes, su media de tarjetas superaba las 7 por partido, repartidas casi a medias entre locales (3,4) y visitantes (3,6). El día que más cartulinas mostró fue en el Nástic de Tarragona-Llagostera de la jornada 14ª (2-0 vencieron los tarraconenses), donde llegó a las 12. Once fueron amarillas (cuatro para el Nástic y siete para los de la Costa Brava) y una roja, para los gerundenses.

Cordero, el pasado 16 de agosto, se dio a conocer por primera vez en La Romareda al ser designado por el Comité Técnico de Árbitros para dirigir el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra, partido amistoso de presentación del nuevo cuadro zaragocista de este curso ante la Real Sociedad, rival de Primera División, al que los blanquillos derrotaron 3-0.