La sanción a Cabrera todavía está viva
El Zaragoza espera el fallo definitivo del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que el viernes la dejó suspendida cautelarmente
Leandro Cabrera pudo jugar ante el Lugo, pero todavía no es seguro que pueda hacerlo el próximo domingo en Vitoria contra el Alavés. El motivo es que la sanción de un partido de suspensión que generó la expulsión que el central sufrió en Pamplona el día 21 aun está activa. Suspendida cautelarmente por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), pero todavía sin resolver de manera definitiva.
El TAD, dependiente del Consejo Superior de Deportes -bajo el techo del Gobierno de España-, es la tercera y última instancia judicial que rige en los casos de sanciones deportivas. Y hasta él llegó el Real Zaragoza la semana pasada a base de recursos que, con anterioridad, habían rechazado los dos comités que están vinculados directamente a la Real Federación Española de Fútbol: el de Competición y el de Apelación. Éstos, defienden que Cabrera ha de estar sin jugar un partido a causa de su expulsión en El Sadar por doble tarjeta amarilla. El club aragonés alega que ninguna de las dos amonestaciones es correcta, basándose en las imágenes de televisión que contradicen las causas que expuso el árbitro, el gallego Eiriz Mata, para justificar la roja que vio el defensor uruguayo del cuadro zaragocista.
Los jueces del TAD, el pasado viernes, dieron de alguna manera la razón al Real Zaragoza. Pero se limitaron a dejar en suspenso la aplicación del castigo de Cabrera hasta que, sin definir fecha, se ejecute un fallo definitivo. Es decir, no vieron claro que Eiriz Mata tenga razón en el acta y, por derivación, no ratificaron la sentencia de los jueces de Competición y Apelación. Por eso Cabrera obtuvo permiso y jugó ante el Lugo. Pero falta cerrar el círculo para que el Zaragoza sepa a ciencia cierta que ese partido de suspensión no va a cumplirlo nunca el charrúa.
La próxima reunión del TAD, como es rutina semanal, está prevista para el viernes, día 4 del nuevo mes de marzo. Lo normal sería que ahí se rematara el caso. Pero tampoco hay seguridad plena y, de no ser así, el caso Cabrera podría demorar su final sine díe, hasta una o varias semanas más adelante y, además, siempre con la incertidumbre activada de si el fallo será favorable al Real Zaragoza (que el TAD haga caso al recurso de club) o definitivamente contrario (que los jueces del TAD no rectifiquen a Competición y Apelación). En este último caso, Cabrera tendría que cumplir el partido de castigo a partir del momento de hacerse pública la decisión de la última instancia judicial.
