El Real Zaragoza va a encontrarse el próximo domingo en El Arcángel con uno de los delanteros que más peligro y progresión acreditan en la actual liga: el rumano Florin Andone. El ‘9’ del Córdoba lleva anotados hasta hoy 11 goles y ha dado tres asistencias definitivas a sus compañeros. Es, de este modo, uno de los únicos cuatro goleadores de la categoría que supera la decena de tantos, por detrás del alcorconense David Rodríguez y el punta del Elche Sergio León, que suman 13 dianas, y del ovetense Toché, que está en la cota 12.

A falta de cuatro meses para la disputa de la Eurocopa de Francia 2016, Florin Andone parece uno de los escasos –tal vez el único- jugador de la Segunda División española que tiene prácticamente asegurado un puesto en su selección nacional. El seleccionador de Rumanía, Anghel Iordanescu, ha venido contando con el ariete cordobés en todas las convocatorias desde que se incorporase por primera vez con el combinado absoluto en enero de 2015, tiempo en el que ha participado en cuatro partidos, tres oficiales de clasificación ante Irlanda del Norte, Grecia y Finlandia, anotando un gol en un amistoso ante Italia en Bolonia.

Florin Andone es un joven rumano de 22 años (Joldesti, 13 abril de 1993), de 1,84 de estatura, que llegó a España junto a su familia con 12 –hace una década- en el incesante flujo de población inmigrante procedente del país carpático. Se instalaron en Vinaroz (Castellón), en cuyo equipo comenzó a jugar al fútbol de inmediato. Allí lo captó enseguida el CD Castellón y, en poco tiempo, la cantera del Villarreal, en cuyos filiales creció desde los 17 hasta los 20 años. Tras una breve cesión al Atlético Baleares, el Córdoba llegó a un acuerdo para incorporarlo a principios de la temporada pasada a su filial, en Segunda B. Sus dotes goleadoras lo llevaron en solo cuatro meses a debutar en Primera División con el primer equipo cordobés, hecho que se produjo en enero de 2015 ante el Granada y en el que Florin se estrenó con un gol, escena que ya había consumado un tiempo antes en su primer partido con el equipo profesional blanquiverde en una eliminatoria de Copa ante el mismo rival granadino.

Su fulgurante aparición en la Liga española, con el dorsal 28 y ficha amateur, lo puso en la órbita de la selección de Rumanía y, pese al descenso del Córdoba y de tener que jugar este año en Segunda, su más que posible presencia en la Eurocopa de este próximo verano parece garantizarle un futuro halagüeño en un club de mayor vuelo el año que viene. Este domingo, al mediodía, los defensores del Real Zaragoza tendrán trabajo extra para intentar anular la potencia, la velocidad y el olfato goleador de este joven inmigrante rumano que está haciendo carrera en España.