El Tartiere, pista de despegue

El Real Zaragoza necesita reaccionar en el mismo escenario donde comenzó a fraguarse el ascenso en la temporada 2002-2003.

El Tartiere, pista de despegue
El Tartiere, pista de despegue

El 23 de marzo de 2003 fue la última vez que el Real Zaragoza visitó el Carlos Tartiere de Oviedo. El equipo que por aquel entonces dirigía Paco Flores llegó ocupando la cuarta plaza, y con la necesidad de revertir una dinámica negativa -tres derrotas en los anteriores cuatro encuentros- que había complicado y mucho las opciones de ascenso. Ganar era una obligación si no querían terminar de descolgarse de los puestos punteros, y así lo hicieron. 


Un jovencísimo Cani adelantó a los maños en la primera mitad, después de recortar a dos defensores y batir por bajo al guardameta rival. Galletti sentenció en los minutos finales, estableciendo el definitivo 0-2. "Había jugado de titular cuatro partidos y no habíamos ganado ninguno. Estoy feliz por el gol, pero sacar los tres puntos era lo que más me importaba, señaló el primero de ellos, tras una victoria que iba a significar el punto de partida hacia el despegue.


En las siguientes 10 jornadas, el Real Zaragoza obtuvo 23 puntos de 30 posibles, concediendo dos empates (Numancia y Sporting de Gijón) y una única derrota (Las Palmas). Así, en la jornada 36, ya había escalado hasta el segundo puesto en que concluyó la temporada. Ni siquiera una pésima racha final evitó un ascenso confirmado a falta de tres encuentros.


Habían cumplido con el objetivo marcado al inicio de temporada: que la estancia en Segunda División fuese lo más breve posible. 'A la primera', rezaba el eslogan de captación de socios, y a la primera oportunidad firmaron el regreso a la máxima categoría. 


13 años después, los blanquillos vuelven a viajar a territorio astur con urgencias clasificatorias. Más, si cabe. Si en 2003 veían a tres puntos el ascenso directo, este domingo lo verán a cinco. Los que les separan del Córdoba. Cierto es que el margen de mejora del bloque del recién incorporado Lluis Carreras es mayor, ya que todavía resta toda la segunda vuelta por delante, pero, después de tres jornadas sin conocer la victoria, la primera del preparador catalán se antoja vital en la ascensión.


El escenario, el renovado Carlos Tartiere, no es ni mucho menos el más propicio. En los 34 partidos que el Real Zaragoza ha disputado allí, ha sumado cinco victorias, seis empates y 23 derrotas. Además, ha encajado más del doble de goles (67) de los que ha anotado (32). Datos que el Real Zaragoza actual debe combatir, añadiendo otro más significativo: en la presente campaña, el Real Oviedo solo ha encajado una derrota -ante el Girona, en la jornada cinco- como local. 

Una institución reconstruida

Al tiempo que el Real Zaragoza recuperó la categoría a la conclusión de la campaña 2002-2003, el Real Oviedo descendió a la Segunda División B. Varios de sus jugadores, entre los que figuraban históricos como Oli o Esteban, denunciaron al club por impagos y, finalmente, acabaron descendiendo hasta la Tercera División. 


El Ayuntamiento de la ciudad declaró que el equipo era inviable, proclamando la creación de un nuevo equipo: el Oviedo Astur. La idea no sentó bien entre los aficionados, que se lanzaron a la calle con el lema 'Salvemos al Real Oviedo' para impedir su desaparición. Más de 15.000 personas se abonaron al equipo -formado íntegramente por gente de la cantera- en Tercera y, tras una progresiva reconstrucción, el equipo volvió a la categoría de plata el pasado verano. Ahí espera la visita de un viejo conocido, el Real Zaragoza. El duelo de aspirantes está servido.

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