El nuevo Alcoraz: un estadio 'inglés' para una ciudad de Primera

7.638 asientos para un estadio del siglo XXI, a la altura del reto mayúsculo de la Primera División. El nuevo estadio de El Alcoraz se pone mañana de largo después de casi cuatro meses de obras; un tiempo récord para un proyecto que, en condiciones normales, habría requerido el doble de tiempo. A falta de algunas cuestiones que no suponen un riesgo para la celebración del partido entre la Sociedad Deportiva Huesca y el Rayo Vallecano. Los aficionados se encontrarán con un campo cerrado casi en su totalidad, con las comodidades y exigencias requeridas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y un profundísimo lavado de cara respecto al ya conocido.

Levantado en 1972 y producto de una evolución en el tiempo marcada por los consecutivos saltos de categoría, El Alcoraz se ha sometido a un proceso apoyado en tres fundamentos: la ampliación de la capacidad del estadio (de 5.200 espectadores a más de 7.600), su puesta a punto para la Primera División y la conexión con la ciudad en lo que se refiere a comunicaciones, accesos e impacto económico y social. La inauguración de mañana marca un antes y un después en la capital oscense.

El proyecto se puso en marcha de manera inmediata después de que el Huesca lograse el ascenso deportivo en Lugo el pasado 21 de mayo. Desde entonces, una docena de empresas locales ha empleado a 200 trabajadores para que El Alcoraz esté listo para el reto y a tiempo. Para contribuir a este objetivo, y debido a la estrechez de los plazos, el club azulgrana ha contado con la deferencia de la LFP, que programó las tres primeras jornadas del equipo de Leo Franco a domicilio para que se dispusiese de un mes más de tiempo. Por otro lado, el Ayuntamiento de Huesca ha agilizado durante todo este tiempo las modificaciones parciales del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) referidas a la ampliación de los graderíos y el exterior de El Alcoraz.

Con un presupuesto de alrededor de 6 millones de euros, el arquitecto oscense Ignacio Lacarte ha diseñado un proyecto que comprende actuaciones a varios niveles. El edificio central del campo será irreconocible. Además de ampliar y mejorarse los vestuarios, salas de prensa, zonas VIP y cabinas, con 24 frente a las ocho de la temporada pasada, se ha demolido parte de la grada de Preferencia para incrustar en ella los banquillos, al estilo inglés, y unos nuevos palcos de empresas que formarán parte de la zona conocida como ‘Hospitality’.

En los dos fondos se ha aumentado la capacidad. En Gol Norte se ha construido una nueva tribuna que, a falta de que se instale la cubierta, albergará a muchos de los abonados de nuevo cuño. En Gol Sur se ha optado por una grada supletoria tapada en la que tendrán cabida, asimismo, las aficiones visitantes y empresas.

En el aparcamiento siguen los trabajos para su ampliación en unos terrenos anexos y la puesta en marcha de tres circuitos de acceso independientes para deportistas, autoridades y medios de comunicación. Se han sustituido las torres antiguas de iluminación por unas nuevas con una altura de 37 metros y focos led que multiplican la potencia anterior. Se contemplan asimismo edificios de oficinas con los que El Alcoraz presentará un aspecto cerrado con el paso de las semanas y la competición de Primera.