Emilio Larraz: "El técnico que quiera progresar sabe que pronto o tarde tendrá que salir de Aragón"

El preparador del CD Ebro alcanza mañana el centenar de partidos como preparador en la categoría de bronce.

Emilio Larraz, preparado para celebrar el centenar de partidos en Segunda B con una victoria.
Emilio Larraz: "El técnico que quiera progresar sabe que pronto o tarde tendrá que salir de Aragón"
Oliver Duch

El duelo del CD Ebro frente a la Peña Deportiva de mañana servirá para que Emilio Larraz cumpla 100 partidos entrenando en Segunda División B. Después de una breve experiencia de tan solo seis encuentros con el filial del Real Zaragoza, en la entidad de La Almozara reconoce que ha madurado como técnico.

¿Qué supone alcanzar esta cifra?

Es una satisfacción personal porque, después de 15 temporadas en Tercera División consiguiendo tres títulos, disputando nueve ‘play off’ y logrando tres ascensos, creo que me había ganado a pulso entrenar en Segunda B. Alcanzar estos 100 partidos con el Ebro significa haber sido capaz de estabilizarnos, tanto el club como yo, en una categoría superior.

En la primera etapa, sin pisar la zona de descenso, se tuvo que marchar del filial del Zaragoza.

Con todo lo que me había costado honradamente y de forma muy merecida entrenar en Segunda B, después de unos resultados deportivos correctos, con dos victorias en seis partidos, se produjo el cese. Había que empezar de nuevo, pero gracias a Ander Garitano y al Ebro, la temporada siguiente pude volver a trabajar en la categoría que me había ganado y, tras 100 partidos, siento satisfacción por la confirmación de esa trayectoria de tantos años como entrenador.

La estabilidad que no encontró en aquel proyecto del Zaragoza la halló en el Ebro.

Los entrenadores necesitan conseguir resultados deportivos y también tener la confianza de los que te contratan. Esas dos cosas se han conjugado; llevamos dos temporadas y media estando todos muy a gusto.

Es extraño que en estos tiempos un técnico aguante tres temporadas en un equipo.

Es complicado, cada vez somos más entrenadores y no solo se exigen resultados sino que hay que tener conexión con la dirección deportiva o con la gente que te contrata, porque están a la orden del día los cambios en los que mandan en los clubes y, si eso sucede, es fácil que salgas fuera. Por eso, el éxito también depende de que exista esa estabilidad.

¿Qué balance hace de la actual temporada?

Buen balance, teniendo en cuenta que conformamos un equipo nuevo y que tuvimos lesiones, sobre todo en la defensa. Estar fuera del descenso casi desde el inicio nos hace pensar que estamos bien, pero con la precaución de que tenemos que mejorar para estar en una posición más cómoda.

Está a dos puntos del descenso y a tres del séptimo clasificado. ¿Esperaba esta igualdad?

La igualdad fue grande las dos campañas anteriores, pero esta aún más. Eso nos obliga a ser constantes. El equipo que sea capaz de mantener la mentalidad competitiva hasta la última jornada puede ser el que vaya hacia arriba.

La solidez defensiva del Ebro desde su llegada está fuera de toda duda. El gol es la asignatura pendiente. ¿Tan caro se paga?

En el grupo 3 hay pocos goles, no es un problema solo del Ebro. Los equipos son muy profesionales, están bien armados, con buen tono físico, y hay pocos jugadores con la capacidad de desequilibrio tan grande como para romper eso. En ese escenario, de momento, nos estamos moviendo bien.

Con el Ebro ha logrado los objetivos sin necesidad de llegar al final de curso con sufrimiento.

En las dos primeras temporadas se salvó la categoría con dos meses para el final;eso tiene un valor enorme para un club modesto. Esperamos que este año se consiga de la forma más holgada posible y, a partir de ahí, habrá que esperar momentos en los cuales el club pueda recibir algún tipo de ayuda para poder dar un paso más.

¿Cree que el ahora tercer club de Aragón se ha merecido más apoyo para tratar de mejorar los números?

Creo que cuanto más arriba estás, cada paso adelante es más difícil de dar. Lo siguiente ahora sería pensar en Segunda División A y eso hoy está fuera del alcance del Ebro por presupuesto, por masa social y por estadio. Con nuestros medios, creo que no se nos puede pedir más.

¿De qué le han servido estos tres años en la categoría de bronce?

Me han servido para que me sienta un entrenador de Segunda División B. Estoy cómodo en la categoría y el siguiente paso tendría que ser intentar estar en proyectos de Segunda B que te permitan luchar por ascender.

Si eso ocurre, da la impresión de que tendrá que ser en un club fuera de Aragón.

Seguro. Lamentablemente, en Aragón, salvo el Real Zaragoza y durante la última década el Huesca, no hay nada más profesional. Todo entrenador que quiera progresar sabe que más tarde o más temprano tendrá que marchar.

¿Una victoria ante la Peña Deportiva sería un buen regalo para un técnico centenario?

Sería el mejor regalo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión