El Marracos, equipo del grupo 3 de la Primera Regional aragonesa, y la Peña Ferranca, del grupo 2, se jugaban el pasado fin de semana el honor de ser el mejor tercero de la categoría, un 'título' que además otorgaba el premio de jugar la eliminatoria para luchar por el ascenso a Regional Preferente. Ambos equipos estaban empatados a puntos, aunque el Marracos tenía una ligera ventaja gracias al 'golaverage', ya que arrancaba el último duelo con +27, frente al +25 del conjunto de Barbastro.

Si el Marracos ganaba al Santa Anastasia, la Peña Ferranca, por lo tanto, necesitaría vencer por al menos tres goles más de la ventaja que obtuviera su rival en la lucha por ser el mejor tercero. El equipo de las Cinco Villas, que desde hace varios años juega en Zaragoza, hizo sus deberes y ganó su partido (3-4), pero se llevó un tremendo chasco cuando vio que, en el otro grupo, la Peña Ferranca había logrado una ventaja incluso mayor de la que hubiera necesitado para seguir optando al ascenso: 7-0.

Pero la decepción se tornó en estupefacción cuando el presidente del Marracos, Miguel Ángel Navarro, comprobó en el acta del partido que el Boltaña, rival de su rival, había jugado con solo ocho jugadores -nueve, según el Boltaña-. “No nos parece justo que, cuando nos estamos jugando el trabajo de toda una temporada, los dos equipos que competimos por el mismo objetivo lo hagamos con esa desigualdad”, asegura el dirigente del club. Este martes, Navarro denunció esta situación ante la Federación Aragonesa de Fútbol, que el jueves hará pública la decisión del Comité de Competición.

“Además, lo más raro es que el partido comenzara 8 minutos más tarde de la hora reglamentaria, cuando nos habían avisado de que tenían que comenzar justo a las 17.30 para evitar que alguno de los equipos supiera el resultado del otro hasta que no acabaran los partidos”, indica. “La Peña Ferranca no tiene ninguna culpa, y lo último que queremos es perjudicar a otros equipos, pero nuestra situación no es justa”, dice el presidente, quien amenaza con retirarse de la competición si la Federación Aragonesa no les da una solución que les satisfaga. Desde el Marracos, en principio, señalan dos opciones: “O que se les de el partido por perdido o que, al menos, se repita”.

El Boltaña, un equipo descendido

Lo que deberá averiguar ahora la Federación es por qué el Boltaña, que ya llevaba muchas semanas descendido, acudió con tan pocos jugadores. La situación, en principio, no quebranta ninguna regla, ya que ocho es el número mínimo de jugadores que un equipo necesita para disputar un partido, aunque sí da una clara ventaja al equipo contrario.

“Lo primero que quiero aclarar es que no jugamos con ocho, sino con nueve, pero hubo un problema con las fichas y dos jugadores llevaron el DNI tarde, por lo que al árbitro se le olvidaría apuntarlo”, explica el presidente del Boltaña, José Miguel Campo. “No teníamos suficientes jugadores porque muchos son chavales que están estudiando y están en época de exámenes y teníamos dos o tres bajas por lesión y sanción. Vienen a jugar sin cobrar, por amor al arte, así que no podemos obligar a nadie a venir”, indica el dirigente del club oscense, quien cree que también afectó el hecho de que solo hayan sumado 16 puntos en toda la temporada y llevaran mucho tiempo descendidos de forma matemática.

Por último, Campo defiende su inocencia: “Si hubiera sido con un pueblo vecino se podrían entender las dudas, pero a la gente de Barbastro no la conocemos de nada. Somos los últimos a los que les ha gustado lo que ha pasado, tener que ir a jugar con nueve y perder de esa forma, pero nadie puede sospechar de nuestra honorabilidad”.