Violencia en el fútbol: el año pasado hubo más de una treintena de multas en Aragón

El problema, lejos de apagarse, da lugar cada año a decenas de situaciones conflictivas en los estadios.

Un crespón negro recuerda al hincha del Dépor fallecido
Violencia en el fútbol: el año pasado hubo más de una treintena de multas en Aragón
AFP

La reciente muerte de un ultra del Deportivo de La Coruña a finales del pasado mes puso una vez el foco mediático sobre la problématica de la violencia en el deporte, y más concretamente en el fútbol. El deporte rey no sólo aglutina a millones de aficionados en todo el país, sino que además da cabida a cientos de radicales organizados en grupos, muchos de ellos bajo el paraguas de los clubes que animan.


Pero la pasividad de las entidades balompédicas no hace sino agravar el fenómeno de la violencia en los estadios. Sólo el año pasado se abrieron 1.228 expedientes sancionadores en toda España, la mayor parte de ellos por trifulcas en los prolegómenos o tras concluir un encuentro, pero también por exhibir pancartas o proclamar soflamas que incitan al odio.


En Aragón, donde actualmente conviven varios grupos de carácter violento (e incluso se conocen peleas entre seguidores de un mismo equipo), el año pasado se abrieron 32 expedientes, todos ellos en Zaragoza a excepción de uno que se registró en las inmediaciones del Alcoraz oscense. La estadística, que varía año a año, no hace sino confirmar que se trata de una cuestión sostenida en el tiempo y de difícil solución: en 2012 se impusieron 15 multas, mientras que un curso antes ascendieron a 23. El año 2010 se llevó la palma con 44 propuestas sancionadoras.


En Zaragoza, el grupo ultra que lleva la voz cantante en lo que violencia se refiere es el Ligallo. Fuertemente enemistado con la hinchada de Osasuna, mantiene también cierta rivalidad con los seguidores de equipos como la Real Sociedad, el Barcelona, o el Atlético de Madrid, por citar algunos. Por contra, guarda una buena sintonía con los radicales de Sporting de Gijón.


El Ligallo convive en La Romareda con otras peñas animosas como Colectivo 1932 y Leyales, que no están calificadas por la Policía como agrupaciones violentas, y con 'El Avispero', un grupúsculo recientemente aterrizado en las gradas del estadio municipal y con el que ha tenido varios encontronazos, tanto en las calles de la capital aragonesa como en el último desplazamiento a Soria.


El club mantuvo este mes una reunión a seis bandas con las agrupaciones anteriormente mencionadas y la Federación de Peñas. En el encuentro abordaron las medidas propuestas por el Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para evitar incidentes y erradicar por completo gestos o actitudes que puedan generar cualquier tipo de violencia física o verbal.


"Estamos todos de acuerdo por el bien del Zaragoza y por disfrutar de nuestros partidos porque además es algo que es de obligado cumplimiento. Lo que queremos es ir a animar y apoyar a nuestro equipo para que gane los partidos y que suba", señala Paula Chinchetru, secretaria de la Federación de Peñas. Chinchetru explica que las sanciones propuestas ya estaban contempladas aunque algunas se harán más duras.


"La afición no debe entrar en insultos gratuitos, aunque no es lo mismo que una persona se exalte en un momento puntual a que lo haga toda una grada o a que se exhiban pancartas ofensivas", apunta la secretaria de la FPRZ. El objetivo de todas las peñas participantes en la reunión, que estuvieron de acuerdo en cumplir la normativa, fue trasladarlo a sus abonados y realizar "una labor pedagógica", porque si hubiera sanciones podrían repercutir en el club.El Observatorio de la Violencia, inactivo


A pesar de que las peleas en las inmediaciones de los estadios están a la orden del día, el Consejo Superior de Deportes (CSD) convocó por última vez en 2010 el Observatorio de la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, una herramienta que el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, pide recuperar una vez se ha puesto de manifiesto que el problema está enquistado: "La reyerta entre radicales de Deportivo y Atlético exige nuevos impulsos en la lucha contra esta lacra y hace difícilmente comprensible que no se utilicen algunos de los legalmente establecidos".


Aunque "todas las herramientas son pocas para garantizar la evolución pacificadora del fútbol español", el presidente del Movimiento contra la Intolerancia demanda la recuperación del Observatorio, "olvidado desde el año 2010 quizás por interpretar que el fútbol estaba a salvo de problemas graves de violencia y de racismo".


Del Observatorio, creado en el año 2004, surgió la elaboración del protocolo de actuaciones contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Además, este órgano jugó un papel relevante en el desarrollo legislativo y en la implementación de iniciativas de sensibilización y prevención de la violencia en el ámbito deportivo.