Final Champions

Munich y Dortmund, el pulso alemán por la Champions

El conjunto de Munich llega como favorito tras pulverizar todos los récords de la Bundesliga pero enfrente tendrá a un equipo joven y con talento.

Wembley, el escenario de la final
Wembley, el escenario de la final
AFP

El Bayern Munich podría convertirse este sábado en Wembley en el tercer club más laureado con la Copa de Europa, igualado con el Liverpool, si conquista la quinta corona en la que será su décima final de la máxima competición continental, mientras que su rival, el Borussia Dortmund, busca la segunda en otras tantas finales.


El equipo muniqués acabó en 1974 con el dominio de Ajax, que había conquistado tres coronas consecutivas, y le igualó haciéndose con otros tres títulos de forma seguida a costa del Atlético de Madrid, tras el recordado 'replay', el Leeds inglés y el Saint Ettiene francés.


En 1974, el gol de Georg Schwarzenbeck quedará para siempre en el amargo recuerdo del equipo rojiblanco, ya que igualó el partido en el que Luis Aragonés había adelantado a su equipo de falta directa y forzó un desempate en el que los alemanes ya no dieron opción y se impusieron por 4-0 con tantos de Uli Hoeness y Gerd Müller, que también lideraron a la selección campeona del mundo ese verano.


Un año después, defendió su corona en el Parque de los Príncipes con los goles de Franz Roth y Müller, mientras que en el 76 fue el propio Roth el que anotó de falta en el Hampden Park de Glasgow el gol del triunfo.


Sus tres siguientes finales tuvieron un signo muy distinto, ya que perdieron contra Aston Villa (1-0), Oporto (2-1) y Manchester United (2-1). En 1982, los Paul Breitner o Karl-Heinz Rummenigge no pudieron hacer nada para evitar que el entorchado fuera para los ingleses, gracias al tanto de Peter With. Cinco años después, el verdugo fue el Oporto portugués. Ludwig Kögl adelantó a su equipo, pero Rabah Madjer y Filho Juary dieron la vuelta al partido, algo similar a lo que sucedió en 1999, aunque entonces fue todavía más dramático.

Desastre teutón en Barcelona

Y es que, el Camp Nou acogió una final histórica, que ha servido desde entonces de referencia para que los equipos sepan que nunca se puede perder la esperanza en este tipo de partidos. Mario Basler adelantó a los siete minutos con un lanzamiento de falta a los alemanes, que tuvieron ocasiones para rematar el partido, pero acabaron llorando amargamente tras los goles de Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjær en el descuento.


La revancha les llegó dos años después con la que es hasta ahora su última Copa de Europa conquistada en San Siro ante el Valencia, al que derrotó en la tanda de penaltis. Gaizka Mendieta y Steffen Effenberg marcaron también desde el punto de penalti, pero Cañizares, que había detenido durante el partido la pena máxima de Mehmet Scholl, no pudo repetir en el momento decisivo, cuando Oliver Kahn fue el protagonista, atajando tres disparos y llevando al Bayern a su cuarto título.


De ahí, se produjo una sequía en cuanto a finales de la 'Champions' y el club alemán no volvió a saborear una hasta el año 2010, cuando en el Santiago Bernabéu perdió por 2-0 el título ante el Inter de Milán de José Mourinho, en un partido marcado por Diego Milito, autor de los dos tantos, y por el postpartido en el que 'Mou' anunció su marcha al Real Madrid. Dos años después y en su estadio, volvió a tener otra oportunidad, pero los penaltis le fueron esquivos ante el Chelsea inglés, al que tuvo prácticamente sentenciado con el tanto de Thomas Muller, igualado casi en el descuento por Didier Drogba.

Joven y con ganas

Por su parte, menos experiencia tiene el Borussia Dortmund, que afronta lo que será su segunda final del máximo torneo continental con la esperanza de tener tanto éxito como en la de la campaña 1996-1997, donde sólo perdió un partido, en casa ante el Atlético de Madrid, y ganando en la final a la Juventud por 1-3 en Munich.


Desde entonces, el equipo 'borusser' sólo pudo alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones el año siguiente, perdiendo con el Real Madrid, y ha tenido que esperar 16 años para volver a tener la opción de ganar la Copa de Europa.